Capítulo 12

58 5 0
                                    

—Weber, ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?

—Tendrías que atravesar una horda de zombis y encontrar el puesto de avanzada del ejército.

— ¿Por qué hablan como si fuera a ir? Si alguien va a hacerlo, debería ser yo.

—No, Glen. Yo quiero hacerlo. Soy muy bueno... ¡Te lo demostraré!

Weber corre hacia la motocicleta y la inspecciona durante un minuto.

— ¿Estamos seguros de esto? Sé que fue mi idea en primer lugar, pero no he considerado cómo vamos a arrancarla sin una llave.

Weber nos mira y nos dedica una sonrisa maliciosa.

—No necesito una. Pero sí necesito un poco de gasolina. ¡Ahora vuelvo!

—Parece emocionado.

— ¿Puede hacerlo? No quiero que se haga daño.

—Pareces olvidar que tiene a Zero para protegerlo si algo sale mal.

— ¿Así que estás de acuerdo con que debe ir él?

—Tampoco quiero que salga herido. Por otro lado, si alguien tiene la oportunidad de sobrevivir a esto, es ese chico.

—Estoy de acuerdo con Glen. Lucía, ha sobrevivido por su cuenta hasta ahora... Démosle una oportunidad.

Enseguida está de vuelta. Llena el tanque de gasolina y juega con la motocicleta un par de minutos. Poco después, el estruendo del motor llena el centro comercial.

— ¡Lo he logrado!

— ¡Es increíble, Weber! ¡Bien hecho!

— ¡Ahora puedo enseñarte lo que puedo hacer!

Con una mirada de pura emoción, Weber salta a la moto. La conduce por la planta baja, haciendo trucos con una velocidad y precisión impresionantes.

Glen, Sam y yo nos quedamos en el centro de un amplio espacio abierto mientras él va a la deriva alrededor de nosotros, cada vez más cerca, deteniéndose justo delante de mí.

— ¿Dónde has aprendido a hacer eso?

La expresión de su cara pasa a una de profunda tristeza.

—Mi hermano me enseñó esto antes de morir en un accidente.

—Oh... Siento mucho oír eso.

—Hacer trucos en un centro comercial es una cosa, evitar un ejército de zombis es otra completamente distinta.

— ¿Puede alguien más aquí hacer lo que acabo de hacer? Soy el único que puede hacerlo.

(Por primera vez desde que lo conozco, parece lleno de confianza).

—Creo en ti, Weber.

Weber paree que está a punto de llorar.

—Gracias...

—Yo también creo en él.

—Buena suerte, chico. Contamos contigo.

—Entonces, ¿Cuál es el siguiente paso?

—Distribuir el combustible entre los supervivientes. También necesitaremos telas inflamables.

—Y una forma de atraer a los zombis al interior.

—El sistema de megafonía. Podríamos llamar su atención tocando la música del centro comercial.

—Bien, eso está resuelto. También necesitaremos armas y comida en cada piso y en el techo, por si acaso.

Mall Of The DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora