Pagina 3

3 1 0
                                    


-que no-dijo el niño frustrado-venga, me cambio y bajo a desayunar

La madre no dijo nada, solo se fue cerrando la puerta, el chico se quedó solo en su cuarto. Mientras se cambiaba, no paraba de pensar en lo que había visto, el dudaba si lo que vio era real o solo fue un sueño, ya ni siquiera recordaba si estaba despierto en la madrugada, todo era dudoso.

Ya desayunado se fue directo a la parada del bus, ese día fue exactamente el mismo que el anterior, lo cual siempre era de esperarse...

"ya era hora de que acabaran las clases" se dijo a si mismo mientras se dirigía nuevamente al bus, antes de que el pusiera un pie dentro del bus escolar, algo le pareció inquietante, "¿cuándo fue que acabaron las clases?" vio que el sol estaba en lo más alto del día, ya era la hora de irse.

-¡hay!-dijo uno de sus compañeros-¡vámonos, ya es hora de irnos!

El chico tuvo la sensación de haberse dormido todo el día, pero aun así no había soñado nada, era como si no recordase nada justo después de que se sentara en su asiento al entrar a la escuela. ¿Qué hizo en todo el día? Era lo que le inquietaba.

El resto del día se la pasó absorto, no dijo nada de lo que pasó, n lo que vio, ni lo que le ocurrió en la escuela. Pronto llego la noche, y con ello la hora de acostarse nuevamente. Pasó lo mismo que la noche anterior, el chico no pudo conciliar el sueño; como siempre pasó las siguientes horas sin poder dormir, era una horrible sensación, cuanto más deseaba caer dormido, menos sueño le daba.

El chico miró su reloj, las 3:00 Am nuevamente, "no voy a mirar afuera" se dijo a sí mismo, pero al poco tiempo empezó a sentir que le faltaba el aire, se empezó a sentir asfixiado, intentaba gritar, pero la falta de aire se lo impedía, fue tanta la angustia que decidió abrir la misma ventana para poder respirar. Ya con medio cuerpo afuera, sentía como podía respirar con normalidad, por un momento sintió alivio, se sentía cansado, iba a meter su cuerpo hasta que... ahí estaba esa cosa, viéndolo, no estaba lejos como la otra vez, esta vez estaba más cerca, podía distinguir vagos rasgos esqueléticos cubiertos por una especie de manto, esa figura oscura lo observaba, pronto empezó a avanzar hacia el con movimientos convulsivos. El chico sabía que ahora iba a por él, bajo la ventana lo más rápido que pudo, esta se cerró con un ruido seco, pero tan pronto como se encontró dentro, nuevamente la asfixia se apoderó con él, el ansia de poder respirar se incrementaron. El tiempo se hacía eterno, el chico quiso abrir la ventana, pero vio como una manó esquelética, completamente negra se asomaba por el tejado afuera de su ventana, decidió salir de su cuarto y pedir ayuda, pero la puerta ya no estaba.

En la mente del chico,todo era un alboroto, no podía gritar, ni hablar, pero su voz junto con todossus pensamientos resonaba con fuerza dentro de su cabeza. No podía respirar,pero no sentía que iba a desmayarse o morir, vio que la figura estaba afuera desu ventana, intentando abrirla. El chico estallo de pánico, se metió bajo sussabanas nuevamente, esperando que todo se acabara, que sonara el despertador, osu madre, que alguien le dijera 

Hay algo afueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora