Capitulo 4 - Patal

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Unos instantes después se asoma un muñeco sorprendiendo a María, lo traía godoy en su hocico, caminando hacia dónde estaba ella, era de tela, un poco gruesa y con un gorro azul, también, algunos pelos de lana y un pantalón entero del mismo color que la gorra, estaba sucio,pero se lo veía como nuevo, le pareció hermoso al verlo de cerca -Gracias- le dijo a el perro y lo abrazó con mucha fuerza y ternura -Ven vamos, hay que mostrarle a mis padres y al señor Smith, ¡Que aún queda un títere en el vagón!- Estaban muy felices y salieron corriendo rumbo a la casa.

En la casa el padre y el señor Smith tomaban un café, que les había preparado su madre, Godoy entro primero, muy deprisa, sorprendiendo a todos y detrás entró Maria, corriendo muy cansada, con "Patal" entre sus pequeños brazos, pues así lo bautizó en el camino hacia la casa, sorprendidos todos, dijeron al unísono -¿Que pasó?- Godoy se sentó un poco agitado y María dijo, poniéndose la mano pecho y con el poco aire que le quedaba -Godoy encontró un títere hermoso, casi nuevo, en el viejo vagón de títeres, para mi-.

-¿Vagones de títeres?- dijo Smith sonriéndose y sorprendido, el padre de María lo miró y encogiendose de hombros dijo en voz baja,-Invente esa historia para ella y veo que funcionó y la emocionó de verdad-, la madre pregunto -¿Y el títere de donde vino?- Smith dijo en voz baja ,sin que escuche la niña -Esos vagones los marcaban con colores porque eran para desguace, ése no sé porqué se quedo aquí, algúna niña hija de un operario lo a dejado olvidado, pero dejémosla con la fantasía, creo que no le hará ningún mal- ,la madre miró a su hija y le pregunto, -Porque "Patal"-, la niña respondió -Es "Patal" mamá así se llama él "Patal"- el señor Smith se paró, llamó a Godoy, comentó mirándo a su perro, -tenemos que irnos ya, el domingo vendremos a comer con ellos, así puedes volver a encontrarte con ella- ,el perro se acercó a María como despidiéndola, ella lo abrazó y lo dejo ir con el hombre.

Saludo a todos con cortesía y subieron él y su perro al viejo camión, se alejaron por el camino, María los miraba perderse, abrazando fuerte a Patal, mientras sus padres la miraban con ternura y orgullo desde la entrada de la casa.

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