-Prólogo-

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Corría el año 2002, en Raleigh, Carolina del norte, Estados Unidos. En un hospital muy exclusivo, tal vez el más costoso en todo el estado, había nacido una pequeña niña quién será un personaje muy importante para nuestra historia.

Amity Blight era la tercer hija de una distinguida familia de la clase alta. Los Blight, quienes poseían las acciones de varias empresas de renombre, muy importantes en la industria del comercio. Empresas de alta gama mundial. Eran inversores expertos, y su fortuna estaba valuada en millones de dólares.
Poseían una enorme residencia al norte del estado, tan bella que ya hasta era una especie de atracción turística, y un punto de referencia para los visitantes del lugar.

Siga todo derecho, y cuando vea la casa más bonita de la calle Willport, la mansión Blight, ahí da la vuelta a la izquierda– solían decir los habitantes de Raleigh a la hora de dar indicaciones a los turistas.

No se podía negar que los Blight habían esperado a su niña con ansias. Era una bebé encantadora. Había heredado el color de cabello natural del señor Blight, y poseía unos grandes ojos color miel, muy parecidos a los de su madre. Dejando de lado su belleza fisica, sabían que la pequeña tendría un futuro prometedor. Esperaban demasiado de ella.

La chica era independiente y lo demostró a una muy temprana edad. De personalidad un tanto cerrada, pero muy noble de corazón, y demasiado inteligente para su edad. Le encantaba viajar con su familia por todo el mundo. A pesar de que sus padres eran un tanto distantes, pues eran personas bastante ocupadas, apreciaba los momentos en los que podía estar con ellos.

Sus hermanos, gemelos idénticos, disfrutaban de ir corriendo de aquí para allá, gritando, fuera el lugar que fuera; parecían no tener ni un poco de auto-control.
Ella, en cambio, a pesar de ser un par de años más joven, siempre fue una niña más tranquila, quién amaba explorar y llenarse de conocimiento, especialmente acerca de las culturas que tenía la oportunidad de conocer.

Fue una alumna distinguida durante toda su formación académica. Siempre obteniendo el primer lugar en el cuadro de honor, y con menciones honoríficas en las ceremonias de clausura de cada ciclo escolar.

Cuando llegó a la edad de 18 años, aún poseía aquél fuerte gusto por viajar alrededor de todo el mundo. Había conocido los países más importantes, y frecuentaba mucho ciertos lugares como Francia, Italia, España y algunos países Asiáticos.
Ya que era mayor de edad, ahora lo hacía sin la compañía de nada más que su cámara y una pequeña maleta con sus pertenencias personales.
Estaba completamente decidida a estudiar una carrera relacionada con sus gustos, así que tenía en la mira la licenciatura en Negocios Internacionales.

Definitivamente la chica tenía un futuro muy prometedor, tal como lo habían dicho sus padres.

Remontándonos nuevamente al año 2002, ahora en un pequeño rincón de la ciudad de Santo Domingo, en la República Dominicana, había nacido en un hospital como cualquier otro, nuestro segundo personaje principal.

Luz Noceda era hija de una enfermera muy dedicada, y un hombre que era conocido en todo el lugar por vender los mejores tacos a un muy buen precio. Su taquería, "Los tacos del Tecolote", era famosa a nivel Nacional. Muchos decían que él tenía el mejor sazón del mundo, y que sus guisados no los podría igualar ni el mejor cocinero de Europa. Así que gente venía de todas partes del mundo para confirmar la leyenda urbana que yacía en torno a su negocio.

Luz era una niña encantadora. De piel canela y cabello color avellana, con ojos sinceros y brillantes, había nacido con muchos dones. Sus padres la amaban. Y todo el cariño con el que creció, la hizo convertirse en una persona humilde, con un enorme corazón, y muy trabajadora al igual que sus padres.

Poseía una enorme pasión por la gastronomía; pasión heredada por parte de su padre.  Así que desde muy pequeña, se interesó por aprender a cocinar. El señor Noceda le enseñó todo lo que pudo acerca del negocio, y también sobre sus recetas secretas. Igualmente, algunos trucos para ganarse el respeto de los clientes, y asegurar su fidelidad para que estos consumieran frecuentemente en el negocio.
Luz lo aprendía todo con mucho gusto. Amaba a su padre y admiraba mucho su labor. Pasar el tiempo con él la llenaba de felicidad. Era su mejor amigo.

Pronto, la chica comenzó a ser un miembro oficial del equipo en el negocio familiar.  A la edad de 8 años ya hacía su labor como mesera, y al cumplir los 14, su padre ya le tenía la suficiente confianza como para nombrarla ayudante del chef, todo gracias a su dedicación y esfuerzo.

Cuando seas mayor de edad, éste negocio será todo tuyo hija. Te lo prometo– le había dicho su padre un día mientras cocinaban juntos.

Luz había llorado de felicidad al escuchar eso. No anhelaba nada más en el mundo. Le había dado un abrazo a su padre y éste le había respondido con un tierno beso en la frente.

Te quiero, papá–

Desgraciadamente, cuando la chica cumplió 15 años, su padre enfermó de gravedad. Fue algo muy trágico, que marcó por completo la vida de la familia Noceda.

A pesar de los esfuerzos de los médicos, su diagnóstico final fue el de una enfermedad terminal. Pudo vivir un par de años más, en los que se dedicó a amar a su familia cada día más, pues sabía que ya no contaba con mucho tiempo.
Se aseguró de enseñarle a Luz todo lo necesario para poder manejar el negocio familiar al momento de su partida.

–Sé que serás la mejor cocinera del mundo, mi niña, y que el negocio estará seguro en tus manos. Cuida mucho a tu madre por mi.–

Esa fue una de las últimas frases que su padre le había dicho antes de partir.

Falleció tranquilamente en la cama de su habitación, rodeado por todos sus seres queridos. Rodeado de amor.

Fue algo demasiado duro para Luz. Había pedido a su mejor amigo, a su maestro, y al que consideraba como el mejor padre del mundo.
Pero tuvo que ser muy fuerte por su madre, Camila, quién ahora trabajaba turno doble para poder ayudar con los gastos que habían surgido a raíz de la muerte de su esposo.

Luz era una chica con una fortaleza increíble, y un par de meses después de la pérdida de su padre, ya ocupaba su lugar como jefa de los Tacos del Tecolote, y al parecer, era una digna sucesora de su padre, según lo que decían los clientes.

Tienes un sazón idéntico al de Don Noceda, ¡Aprendiste muy bien! Tu padre estaría orgulloso.– le dijo un día una clienta, encantada con su comida.

Se le habían llenado los ojos de lágrimas al escuchar esto.

Extrañaba mucho a su papá, era cierto. Pero lo encontraba en todos lados. En su sazón, en su comida, en su negocio. Y es por eso que amaba tanto trabajar ahí. Los tacos del Tecolote era un negocio en verdad especial para ella.

Tanto Amity Blight cómo Luz Noceda tenían vidas muy distintas.

Ambas chicas poseían un buen corazón, pero sus realidades eran demasiado diferentes.
Lo que ellas no sabían es que muy pronto, su mundos se pondrían de cabeza después de un evento inesperado.
El destino obra de formas muy misteriosas. Y eso se verá reflejado en esta historia de amor, que tomará lugar en nuestra querida Latinoamérica.

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Nota de la Autora:

Lo que acaban de leer es algo que escribí en menos de dos horas jajaja. Es un poco improvisado, si, pero estoy muy entusiasmada por utilizar este concepto, algo cómico pero pienso que podría ser muy interesante.
Me gustaría saber que piensan al respecto de esta "prueba". ¿Les interesa la historia? ¿Les gustaría una continuación?
Háganmelo saber en la sección de comentarios.
Cuídense y gracias por leer :3

5 Tacos X Un Poco De Amor- Lumity AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora