Querido diario...

Un libro lleno de hojas en blanco

Querido diario:
Debo decir que ha pasado mucho tiempo desde la última vez en la que escribí algo, en algún momento sabía que volvería, de alguna u otra forma. Ahora estoy aquí de nuevo, ahogando cada uno de mis demonios, mis inseguridades, cada uno de mis miedos y tormentos. Aquí me encuentro una vez más suplicando porque tú puedas llegar a ser real, si tan solo hubiera alguien que me escuchara como tú lo haces quizás todo sería diferente. Quizás todo cambiaria y podría perder mi miedo a demostrar todos mis sentimientos y todo lo que me atrevo a callar por miedo a herir a los demás, si tan solo pudiera decirle lo que siento, pero no... no podría volver a soportar un nuevo rechazo, bastante tengo con el rechazo hacia mi persona como para poder tolerar el de alguien más. Hoy ha sido uno de esos días en los que solo por un segundo me encantaría gritar y poder sacar todo lo que siento dentro de mí, poder derribar aquellos muros que yo misma construí, pero hay cosas que no cambiarán, nunca lo harán. Hoy he caminado durante horas en la oscuridad, y en medio de ella me reí por qué; es como me siento en este momento en un callejón sin salida, es como si desearas encontrar aquella manera de salir de lo más profundo del océano, es sentir una mochila sobre tus hombros cargando tu propia cruz. Y créeme, no es nada agradable pues mientras caminaba de camino a casa todo a mi alrededor se detuvo, no importaba quien pasara pues ni siquiera me miraban, no era nadie, no existía. Jamás lo he hecho, nunca me han mirado o notado y las veces que lo hicieron sonreía, estaba feliz, aunque por dentro deseaba morir. Tantas veces me he preguntado que hay para mi después de la muerte, ¿te lo has preguntado?, supongo que no. Jamás lo harías, eres un simple libro lleno de hojas en blanco, y no sabes lo mucho que te envidio por ello. Las cosas siguen complicándose, la vida sigue su camino, en cambio yo... yo no puedo seguir el mío. Las incontables veces que decidí reír evitando llorar, las incontables cosas que decidí evitar, las veces que decidí alejarme, las veces que me lastime por darle a los demás lo que querían, hice todo para complacer a la gente que un día dije amar. El día de hoy me he puesto a pensar que ha sido de todos aquellos que en su momento destruyeron todo de mi. Pero qué importa  no? Al final del día uno siempre será el malo en su historia, dicen que lo único bueno que se hacer es... hacer mierda a todo aquel que me rodea, no se dan cuenta de nada y estoy segura que nadie lo hará, en fin...no sabes lo mucho que me alegro volver a verte querido diario. Después de tanto tiempo es la única manera de poder apagar toda mi oscuridad y tu mi fiel amigo eres el único afortunado de hacerlo. Muy pronto volveremos a vernos.

Atte: anónimo.