Capítulo 2:

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Fernando:
La cita para la lectura de libreto era a las 8:00am, siempre he sido muy responsable y puntual, sobre todo cuando se trata de trabajo ya que intento dar no mi 100% si no mi 150%. Creo que me pasé un poco con lo de llegar a tiempo porque a las 6:45am ya estaba en las oficinas de Televisa. Poco después me encontré con mi gran amigo Juan Osorio, con el que estuve platicando por un largo rato de diferentes temas, incluso me dijo que la niña que sería mi hija "Valentina" en la novela, sería María José Mariscal, una pequeña muy linda y talentosa, a su mamá ya la conocía, también es una muy buena actriz, ella no saldría mucho, sería una juez para algunos capítulos.
Cuando nos dimos cuenta ya eran las 8:05am así que nos apuramos para ir con mis nuevos compañeros, no queríamos llegar tarde, eso no lo podíamos permitir. Al llegar, saludé a los que ya conocía y les contaba lo que había pasado momentos antes mientras Juan pedía una disculpa por la tardanza que tuvimos, estaba platicando con algunos compañeros, cuando de pronto escucho a Juan decir. - Fernando, ven, te tengo que presentar a alguien! - - claro que sí, voy- fuí directo hacia el cuando me dice: - Fer, te presento a nuestra bella protagonista Blanca Soto--al momento que giré la cabeza para verla pasó algo...
Blanca:
(recordemos lo del capítulo anterior: "me dijo que me presentaría Fernando Colunga y así fué, nos presentó y cuando lo ví...") bueno, el estaba ayudando a la señora Carmen Salinas a caminar rápido porque comenzó a sonar la alarma sísmica, se me hizo un gesto muy lindo de su parte. Todos terminamos de bajar, afortunadamente solo había sido un simulacro, todo pasó muy rápido por lo que ni la mano nos pudimos dar para saludarnos, es más, prácticamente ni las caras nos vimos.
Volvimos a la oficina y todos se empesaron a acomodar en sus lugares, yo esperaba a que llegara Fernando para por fín conocernos bien, pasó un rato y el no llegaba, seguíamos esperando pero ni el ni otros compañeros subían aún, salí al sanitario en lo que llegaban, me distraje un momento para ver la hora cuando sentí un impacto en mí hombro, miré y era él, "Fernando Colunga", el cuál me pidió una gran disculpa por no fijarse y chocar conmigo, le dije que no se preocupara, que yo tampoco me di cuenta por distraerme, después de esto me lo quedé viendo y noté como el también lo hizo, pasó algo muy extraño, ni yo entiendo que fue, hicimos contacto visual por unos segundos y por un momento sentí como si algo dentro de mí me hubiera dicho que él estaría ahí conmigo por siempre, nunca me había pasado algo así con alguien, no lo podía entender.

Fernando:
Cuando terminó el simulacro me dirigí a la oficina, pero por todo el movimiento que hubo me encontré con una aglomeración de gente en las escaleras, al parecer varios de mis compañeros también trataban de pasar pero no los dejaban. Decidí esperar un rato a que poco a poco se fuera despejando el área, cuando al fín pasé, traté de dirigirme lo más rápido posible e la oficina, cuando sentí como choqué con alguien, las prisas hicieron que no viera por donde iba, cuando ví con quién había chocado me di cuenta que era Blanca Soto, al fín pudimos conocernos, pero en realidad en vez de presentarnos ya formalmente, después de pedirle disculpas no pude evitar no dejar de mirarla, realmente era hermosa, mas de lo que se veía en televisión, nos miramos a los ojos, esos han sido los ojos más bellos que había visto, eran color verde, con un brillo tan lindo, woow! De verdad quedé impresionado con ella.
-y, estás bien, dime que no te lastimé - le dije un poco nervioso, - no, no, para nada, no te preocupes - -valla forma de conocernos, no?- dije sarcástico - jeje, tienes razón, mmm... Ya no nos pudieron presentar bien- - bueno, yo te conozco por tus demás proyectos pero no había tenido el honor de conocerte- -yo también, mucho gusto, Blanca Soto- - el gusto es mío, Fernando Colunga- dije mientras extendía mi mano, ella me dió la suya y literalmente sentí que ya no la quería soltar.
Nos fuimos juntos a la oficina y ahora sí, era hora de empezar con la lectura de libreto. Me seguía sorprendiendo cada vez más por lo profesional que es, y lo serio que se toma el trabajo, ya quería que empesaramos con las grabaciones, extrañamente estaba más emocionado que nunca...

"nuestro amor infinito" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora