Capítulo 18:

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Fernando:
Luego de que Blanca me explicara todo lo que había pasado me sentí aliviado, sabiendo que ella no había sufrido daño alguno, después del gran susto que me llevé.
Nos quedamos un rato ahí hasta que salió una enfermera para darnos noticias de Iván, se había fracturado el brazo derecho y se esguinzó la pierna izquierda, así que tendría que guardar reposo unos días y andar en una silla de ruedas. Muy provablemente lo darían de alta ese mismo día, no sería necesario que se quedara toda la noche.
Entramos a verlo, platicamos de su estado y luego pidieron que alguien firmara unos papeles de su ingreso al hospital.
Blanca salió y yo me quedé con el, así que empezamos a conversar.
-porque te subiste a ese árbol? Eres un hombre, no un niño, sí, algo joven, pero no tanto para que hagas ese tipo de cosas- dije -esque Blanca estaba triste, no me dijo el porqué, pero se le nodaba- -triste?- -bueno, más que triste estaba como enojada- dijo preocupado -si, lo se- -tu sabes porque estaba así?- -sí- se quedó en silencio esperando a que continuara, así que dije -no te puedo decir porqué, pero yo si quiero saber porque te subiste al árbol?- -mira... Blanca es muy linda, es tierna, amable, sencilla, bueno, es una mujer llena de virtudes y cualidades- suspiró y continuó - bueno, el punto es que no me gustó verla así, no merece sufrir por nada ni nadie, así que quise hacer algo para que se alegrara un poco- -espera, Blanca...?- antes de que terminara respondió -si, Blanca me gusta, desde que la conocí caí de inmediato- yo, obviamente celoso pregunté -y ella lo sabe?- -no, bueno, creo que no, yo no se lo he dicho, pero pienso hacerlo muy pronto- -mira Iván... - -que pasa?, de que hablan? - antes de poder seguir, Blanca entró a la habitación preguntando dulcemente que que pasaba -nada, solo estábamos platicando aquí tu amigo y yo- dijo Iván -y puedo saber de que?- -de nada en especial, ya sabes, de la vida- dijo nervioso, de nuevo sin dejarme hablar -y tú, como sigues?- me preguntó -ya mucho mejor- de nuevo contestando Iván -no, le preguntaba a Fer- dijo apenada -ah! "Fer" se tienen mucha confianza, verdad?- dijo sarcástico -si, algo así- respondió Blanca. Literalmente no me habían siquiera dejado decir una sola palabra. -ya estoy mejor, Blanca! Gracias!- ella me miró y sonrió para luego levantar la ceja, como dándose cuenta de mi molestia. Esque además, como se había atrevido a decirme que le gustaba ella -que, tu que tenías?- preguntó Iván -estaba enfermo porque nos mojamos mucho- -nos? Mojamos? Quienes?- -Blanca y yo- -y porque? Que estaban haciendo?- antes de poder decir algo, Blanca me volteo a ver penetrante y de nuevo se dirigió a él -nada, solo salimos del trabajo y estaba lloviendo mucho y... Bueno, fue por eso- - okeeeyy... - dijo como que no creyendo lo que le dijo -Fer, podemos salir un momento?- comentó Blanca -si, claro. Te molesta que te dejemos un momento?- dirijiendome a Iván -no, claro que no, para nada- dijo serio
Salimos de la habitación y Blanca me dijo que era importante que no mencionaramos nada de lo nuestro, le dí la razón porque al final de cuentas somos figuras públicas, así que debemos mantener nuestra vida privada así, sin que esté en boca de todos, no es que queramos que sea un secreto, pero simplemente debemos disfrutar de nuestro amor sin tener tanto escándalo a nuestro alrededor.
Luego de esta plática ambos nos miramos cómplices, volteé para todos lados asegurándome de que no ubieran personas y volví a mirarla para decirle -te amo- ella sonrió ligeramente, bajó la mirada, se acercó a mí, miró también que no ubiera nadie y respondió -yo también te amo- sonrió de nuevo, tomé con mis dedos su barbilla acercando su cabeza hacia mí para poder besarla, ella tomó mi cuello con sus tibias manos y yo la tomé de la cintura. Momentos después nos separamos y dijo - entonces... Te preocupaste por mí?- sonreí moviendo la cabeza y respondí -que pregunta! Claro que me preocupé! Me asusté mucho al no saber de tí- -perdón! No me debí ir así, pero, Ivana me sacó de mis casillas- -amor, no le prestes atención, eso es lo que quiere, hacerte enojar para que te alejes de mí, pero no le voy a dar el gusto- -seguro?- dijo con una mirada pícara, la jalé pegándola a mi cuerpo, para luego besarla y decirle -muy seguro- ambos sonreímos y dije -sabes que? Porque no haces de cuenta que Ivana no existe, para que dejes de darle importancia- mencioné - mmm... Y porque no hacemos eso los dos?- contestó viéndome con sus ojitos entre serrados, haciendo puchero -tienes razón, vamos a olvidarnos de ella- respondí con ternura al ver su carita -vente, vamos a ver como sigue Iván!- recordando lo que me había confesado él, respondí no muy de acuerdo y desanimado -si, vamos- - y... Porque lo dices en ese tono?- -no, por nada, ven vamos-
Después de haber dicho que nos olvidaríamos de Ivana, resulta que al abrir la puerta del cuarto estaba ahí.

"nuestro amor infinito" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora