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Los leves rayos de sol me despertaron acompañado de los sonidos de las criadas, abri mis ojos perezosamente y vi como una de ellas se dirigía a hacer su tarea correspondiente, me acomodé en la cama y me estire.

-Buenos días príncipe- saludo la criada

-Buen día Kler, ¿como está padre hoy?-pregunte mientras me levantaba, Kler respondió mientras seguía acomodando la habitación

-El Rey se encuentra en un estado excelente, hoy debe recibir la llegada de los Reyes del Imperio Lejano, y vos debéis asistir a vuestras clases-Kler se dio la vuelta y cojio mi ropaje cuidadosamente doblado del armario

-Me alegra saber que padre se encuentra bien- me coloqué enfrente del espejo mientras Kler me desvestia dejándome solo en ropa interior- ¿quiere Padre que asista a la cena real?

-Si Príncipe, el desea que vos asistáis, ya sabéis que tiene intenciones de concertar vuestro matrimonio con la Princesa del Imperio Lejano- Kler comenzó a vestirme, empezando por los pantalones

-Si...Se cuáles son los deseos de padre, no obstante no conozco a esa dama, no conozco su rostro, no conozco su nombre, ¿Cómo debo casarme con alguien cuyo amor no florece?-suspire reprimido mientras Kler me terminaba de poner la parte superior.

-Ya sabéis que dicho matrimonio es para asegurar el futuro del pueblo, y para proporcionar un heredero al trono con vuestra sangre real-Kler terminó de vestirme, me acomodo el pelo de manera ordenada y al terminar me dejó verme al espejo- estáis divino-me cortejo

-Gracias Kler, puedes retirarte, avisa a Padre de que bajaré en 5 minutos

Kler se marchó haciendo una reverencia y cerrando la puerta, yo suspiré.No quería casarme con alguien que no conocía solo para mantener el trono, yo quería conocer a alguien que hiciera a mi libido aumentar tras sólo ver sus rasgos faciales, resignando baje hacia el salón donde me esperaba Padre.

-Hijo mío, hoy es un día grande, al fin concertaremos tu boda, sellando así un pacto con el Imperio Lejano- dijo Padre al verme, yo sonreí- siéntate y degusta estos majares que Dios Padre nos otorga

Vi la larga mesa llena de los manjares más exquisitos que podrían existir, había más cantidad de la que podríamos comer, resignando escoji algo de toda la comida, y empezé a degustarla.

-Como es costumbre, tras la llegada de nuestros invitados, princesa y príncipe comparten una noche juntos en la alcoba- asentí- asi ambos sellais vuestro matrimonio- panique

-Pero Padre, el matrimonio se sella tras la bendición del cura

-Si, pero los Reyes del Imperio Lejano lo desean así, de manera que, hoy al anochecer deberás tomar a la princesa cómo tuya -asentí y termine mi comida

-Padre, con vuestro permiso me dirijo hacia mi habitación- me levante cuidadosamente y cuando estaba cruzando el marco de la puerta, padre hablo

-Recuerda, hijo mío, quién eres y qué debes hacer-dijo serio

-Soy el Príncipe Richard de Utopía, y mi deber como príncipe es asegurar el futuro de mi linaje

Königliches BlutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora