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14 de agosto 2015

Alguien podrá pensar que parezco un loco en este preciso momento, pero no estoy loco, solamente estoy concentrado, sí, esa es la palabra correcta para lo que hago siempre, observe las fotografías que había tomado con mi celular hace un par de días, observe una con detenimiento, una en donde se podía apreciar a Yoongi, estaba sentando la barra de un bar, y yo estaba a unas mesas alejado, pero el ángulo era perfecto, no dude ni un segundo para comenzar a tomarle algunas fotografías al chico tan hermoso que yacía en aquel lugar, era inevitable para mí, llevo haciendo lo mismo desde el año pasado, Yoongi ha logrado que todo mi mundo se centre solamente en él.

—¡Hey, Jimin! —Taehyung, como siempre colocando su mano sobre mi hombro para llamar mi atención, mire su mano por breves segundos para pasar a su rostro—. ¿No piensas venir? Namjoon dijo que iremos fuera de la universidad para comer, menciono que te lo había dicho.

—Me lo dijo.

—¿Entonces...?

—No pienso ir —bloquee mi celular para después girarme sobre mi propio eje y encararlo—, tengo cosas por hacer.

—¿De nuevo? —frunció levemente el ceño, sé que esta disgustado por mi respuesta, hace ya más de tres meses que no voy con ellos, ni siquiera a comer—. Bueno, pero recuerda no centrarte tanto en los estudios, o te explotará el cerebro de tanto estudiar, es lo que haces, ¿no?

Sí, estudio, estudio al chico más lindo que he visto en toda mi inmunda vida.

—Sí —sonreí para que se sintiese más tranquilo, es fácil hacer sentir tranquilo a Taehyung, pues él al ver la sonrisa en los demás, sabe que todo se encuentra de maravilla, y eso es lo que hago ahora mismo, le estoy demostrando que evitaré estar concentrado en mis 'estudios'—. Estaré en la biblioteca —o fuera del campus, donde él siempre se queda a leer y comer, o también a jugar damas chinas, o ajedrez, o simplemente platica—, si quieren podemos vernos después de clases, ya sabes —realice un ademán con mi mano—, quizás podamos ir a un bar cercano —en donde él se encuentre—, o también podemos ir a jugar billar.

—¡Me parece perfecto! —y allí estaba su sonrisa y el brillo en sus ojos, seguramente se está imaginando la noche de diversión, es fin de semana, así que es probable que si terminemos por estar en nuestra reunión de amigos—. Te veo después de clases.

—Sí, hasta entonces —no tuve que decirle más, él simplemente se alejó.

Solté un resoplido, a esté paso me sentiré cada vez más incómodo, apreté el móvil en mi mano derecha, esa conversación me había hecho perder mucho de mi valioso tiempo, Yoongi estudia humanidades, y está en el otro edificio, para mi desgracia, pero no es complicado llegar hasta allí, tengo que revisar primero en el jardín, si es que esta allí, y si no lo está, entonces eso significa ir a la biblioteca.

Camine, mientras que mi mente se mantenía concentrada en la imagen del chico al cual iría a ver, he querido darme un poco de valor, he querido hablarle, presentarme ante él, posiblemente podamos convertirnos en grandes amigos, muy buenos amigos, y tal vez lo suficientemente cercanos inclusive para tener sexo, pero... prefiero verle de lejos, apreciarlo y mantenerlo en mi memoria, es hermosa la sensación.

Mi primer año en esta espantosa universidad no fue nada fácil, mis amigos hacían que la pesadez que tenía sobre mi cuerpo al asistir a las clases hacían que por lo menos todo se fuese a la mierda para mí, pero la necesidad de querer abandonar todo estaba mucho más presente en mi cabeza, inclusive pensé en desafiar a mi padre para que me dejase tirar la toalla y por fin rendirme, pero por supuesto, no lo haría, ese hombre fue muy claro, cada día es importante, cada día debe de aprovecharse en estudiar para que a futuro pueda mantenerme con vida y sobreviviendo, y por supuesto siempre era lo mismo.

Vivo con mi padre, desde que mamá nos abandonó debido a su constante ingesta de alcohol, mi infancia fue de lo peor, el hombre la mayor parte de mi infancia se la pasaba insultándome por mis bajas calificaciones en la escuela, además de no parar de beber y llorar por las noches, cosa que quise poder evitar, lamentablemente al intentar hacerlo, mi padre me lo pagaba a base de golpes e insultos, todavía no deja de tomar, pero al menos ya es menos que antes.

Sinceramente jamás creí llegar a la universidad, ni siquiera creí vivir hasta tener casi los veintiún años, pero ahora estoy aquí, todavía vivo, de todas formas, jamás dejaré de pensar en el terrible error que cometí al obedecer a mi padre para estudiar contaduría, es una pesadilla, odio cada clase que pasa a lo largo del día, pero al menos alguien logro que mi posibilidad de abandonar mis estudios, se fuera directo al caño.

Min Yoongi, estudiante de humanidades, va en su primer año de universidad, mientras que yo voy en el segundo, ese chico logro que todo mi mundo fuese concentrado en nada más y nada menos que él, ¿cómo lo logro? Ni siquiera lo sé, lo único que sé es que el día menos inesperado de finales de abril, lo vi, y fue la imagen más clara que tuve en toda mi vida, el recuerdo esta tan claro en mi mente que es inevitable no poder seguir concentrado en ese recuerdo tan bello.

Aquel día estaba dispuesto a dejar ir mi posible futuro en una oficina siendo el contador de una empresa de suma importancia, estaba enfurruñado y lleno de cólera, dispuesto a salir de la universidad para dirigirme esta vez a las oficinas y hacer que mandasen a la mierda mi matricula, pero en cambio, cuando mis pies me llevaron a pasos pesados y apresurados a las oficinas, mientras que mis puños seguían apretándose con furia y entre... él estaba allí, sus cabellos perfectamente peinados de color castaño, no dejaba ver sus brazos delgados debido a la polera de manga larga que llevaba puesta, su perfil perfecto, sus mejillas levemente esponjosas, y esos ojos gatunos me habían dejado como una escultura, totalmente quieto, le admire por mucho tiempo, mis ojos solamente se concentraban en su rostro, en cada una de sus expresiones, fui testigo de cómo agradecía y le entregaban su matrícula, observe con claridad cuando él se acercaba a mí, no me miro, se concentraba en la matricula, y fue entonces que paso a mi lado sin decir nada, sin siquiera rozar nuestros hombros, maldije a los mil demonios por no haberlo detenido cuando tuve la oportunidad.

—Jimin —mierda, rodé los ojos y miré al frente—, viejo ¿te encuentras bien?

—¿Y por qué no lo estaría, Jaebeom? —el mencionado se encogió de hombros, pero pude percibir que había notado algo.

—Bueno —relajo sus hombros—, Taehyung menciono que te vio algo extraño, y que debía acompañarte —ese hijo de puta—, pero cuando venía de camino, note que no ibas a la biblioteca, lo que me hizo sentir extrañado, ¿vas a otra parte?

—Se me olvido algo —excusas, podía dar las mejores, Taehyung me conoce desde hace años, pero eso no le da derecho a mandarme a vigilar, Jaebeom era uno de mis nuevos amigos, tanto Namjoon como Taehyung habían congeniado de buena forma con él, pero yo todavía tenía mis dudas, como ahora, que había aceptado a ofrecerse a vigilarme, sé que es eso, solamente está diciendo que ha venido a estudiar conmigo, pero sé que me quiere vigilar, quiere ver cada una de mis acciones, y eso no lo permitiré—, tengo que ir con la profesora Han, necesito que me explique algo que no logré comprender en la clase anterior.

—¡Oh! Sí quieres podemos ir...

—Prefiero ir solo.

—¿Bien?

—Sí, perfecto —no le dije más, no necesito de la compañía de otros.

Seguí con mi camino, pero seré discreto, si es que ese imbécil decide seguirme, no quiero que me atrape, ¿qué ironía? Yo siendo vigilado cuando yo vigilo a alguien.

Obsesion ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora