Capítulo Cinco

25 4 0
                                    


Una semana había transcurrido. Una semana en la que TaeHyung tuvo su mente y cuerpo ocupados en la empresa. Una semana en la que estaba empezando a crear un lazo de amistad con Geong Min. Una semana en la que no volvió al lugar que se dijo volver.

El estrés lo estaba agobiando. Era joven aún, y por muchas responsabilidades que tuviera necesitaba distraerse de papeles, firmas, reuniones y de estar discutiendo el tema del matrimonio con su madre.   

-Necesito algo para desquitarme -susurro-. Siento que voy a estallar si sigo en esta oficina. 

Mantener un perfil bajo era siempre lo que hacía o trataba de hacer. Pero no era fácil cuando tu madre hablaba ya un matrimonio que ni siquiera había sido acordado, o siquiera manejado por la supuesta pareja enamorada. 

Todos en la empresa, todos sabían quien era Geong Min, todos estaban ansiosos por verla formalmente junto a él. Quería matarlos a todos por creer tonterias. 

-Oh, el amor -dijo Hoseok mientras reía al ver tan molesto a TaeHyung-. Pobre, sabía que los adultos somos complicados pero no al grado de suicidarse socialmente de esta forma. 

 -Hoseok, si no te callas olvidare que eres mi mejor amigo -dijo entredientes-. En serio, cállate. 

-Ya, ya, me callaré -Hoseok río y dejó una carpeta en su mesa-. Pero tienes que admitir que es divertido, te vas a casar, TaeHyung, estás firmando tu sentencia de muerte.  

-Yo no me voy a casar con nadie -TaeHyung estaba cabreado, que terminó por golpear la mesa con la palma de su mano. Hoseok borró cualquier rastro de sonrisa-.  Escucha. Ella y yo no somos nada más que solo amigos, que mi madre crea que quiero casarme, es su maldito problema, pero no le daré el gusto. 

-Bueno -Hoseok acomodó su traje, dando evidencia de su incomodidad-. No volveré a molestarte con eso. 

 TaeHyung movió su mano, era mejor dejarlo como tema olvidado y sin importancia. 



YoonGi sentía que cada día que pasaba, las cosas no estaban del todo bien, mucho menos para el.  

Estaban existiendo ciertas quejas de algunos clientes, diciendo que él solía estar distraído, que no los trataba como deberían de tratar a un cliente tan especial como lo eran porque pagaban una fuerte cantidad de dinero, e incluso llegaban a pedir que antes de empezar el les baile o algo, porque ya que no era lo mismo si es que el se la pasaba pensando en quién sabe qué cosa. 

-Escucha muy bien mocoso -la Madame lo tomó del cuello, apretando y cortándole la respiración-. Si escucho una maldita queja más tuya, te juro que te sacaré de la habitación y harás lo mismo que las demás. ¿De qué sirve tener a alguien que solo me trae problemas? Estoy hablando enserio YoonGi, y creeme que dejare de tratarte como hasta ahora.

La Madame lo soltó tras un pequeño asentimiento, si bien era cierto que tenía un pequeño beneficio, dejaría de cuidarlo, cualquier idiota pagaría por él, incluso podría sucederle algo mucho peor. 

¿Qué podía hacer? 

Once de la noche. Un frío abismal se presentaba en Seúl y era solo el inicio de muchos problemas climatológicos. TaeHyung estaba sentado en la enorme sala enfrente de la chimenea y en su mano izquierda una copa de vino, pensando en todo lo que le estaba pasando, pero solo una cosa pudo calmarlo, o más bien, alguien.

El recuerdo de YoonGi volvió a su mente, el mirándolo con asombro y curiosidad, gimiendo bajo suyo, sus toques en su piel y los besos que aquella noche le dio. De solo pensarlo, él podía sentir como su libido despertaba. 

Love Maze ↑ Taegi | Pausada ↓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora