III.

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Luhan estrechó entre sus brazos el cuerpo que tenía abrazado, paseando sus manos por aquella espalda vigorosa, inhaló el suave olor a shampoo que desprendían sus cabellos, le encantaba su humano, tenerlo en su cama por la madrugada con esa sonrisa satisfecha después de que le diera un orgasmo, su compañía hacía sus días agradables, a su lado había tenido un par de meses llenos de emoción, como una montaña rusa, Sehun le daba esa vida que hace tantos años había perdido, comenzaba a creer que debía alejarse un poco del adolescente para no generar dependencia, pero sabía que si no lo había hecho cuando las cosas recién comenzaron entre ellos, ahora era muy tarde y solo quedaba dejarse llevar por el cauce. 

Después de que Sehun hubiera regresado a su casa, recibió un mensaje de su parte avisándole que ya se encontraba en su hogar, un mensaje había dado pase a otro y así sucesivamente, Luhan ni siquiera le había prestado atención a la serie por estar respondiendo los mensajes del menor, había notado que a través de la pantalla se mostraba más seguro, preguntándole sobre sus gustos y su vida, haciendo comentarios graciosos y leves coqueteos que definitivamente estaban logrando su cometido, había estado tan ensimismado en la conversación que se extrañó cuando el contrario dejó de responder y no fue hasta que revisó la hora que notó que era de madrugada, de seguro se había quedado dormido con el celular en la mano, por su parte el vampiro no necesitaba dormir más que unas horas, lo hacía por costumbre, creía que de esa forma era más fácil diferenciar un día de otro, por lo que se dirigió a su habitación y se metió bajo las sábanas recordando el pequeño beso en la mejilla que había recibido por parte del humano, con aquella imagen en su mente se dejó ir por el sueño. 

A la mañana siguiente lo primero que hizo fue revisar su celular en busca de mensajes, pero no encontró ninguno, con un gesto de molestia dejó el aparato en la cama y se levantó hacia el baño, sin duda una ducha caliente lo mantendría ocupado, pero se encontraba ansioso esperando un mensaje por parte del contrario, un mensaje que no llegaba, un mensaje que no llegó después de salir de la ducha, tampoco después de que desayunara su ración de sangre, la leve molestia que había sentido al despertar aumentaba con cada minuto y ni la serie que aún no terminaba, lograba capturar su atención, Luhan estuvo enfurruñado toda la mañana, había decidido enviarle un mensaje, dejando atrás su tonta regla de esperar la contestación de la otra persona cuando la pantalla se iluminó y en ella aparecieron todos los mensajes que estuvo esperando. 

Ah, Luhan tan intenso, se regañó mentalmente cuando los leyó, el menor se había encontrado durmiendo toda la mañana por las altas horas de la madrugada en las que conversaron, este hecho le había causado ternura hasta que a los minutos había otro mensaje.

"Mamá me está haciendo armar una maleta porque nos iremos a visitar a los abuelos..."

"Por una semana o más..."

Definitivamente el destino no estaba siendo considerado en ese momento, el vampiro quería tener al humano cerca, su mente había bloqueado el hecho de que tenía mucho tiempo por delante, no, él quería tenerlo ahora ya, pero no podía y eso lo molestaba de sobre manera, no estaba acostumbrado a no tener lo que deseaba, aunque Sehun estaba logrando que su mal humor disminuyera con sus mensajes, hasta le había dicho que lamentaba no poder verle en todos esos días, si se comportaba de esa forma, era imposible no pensar en comerse a ese terrón de azúcar. 

El día había pasado de ser tedioso a uno bastante entretenido, durante el viaje el muchacho le había compartido su lista de música, habían discutido sobre géneros musicales, canciones icónicas y sobre sus favoritas, a pesar de que no coincidían en muchas cosas, ambos se daban el tiempo para leer al contrario y hacer preguntas, esto le daba una leve señal a Luhan del interés que existía por parte del humano, leve señal que luego se volvió mucho más evidente por la noche cuando hablaron por llamada, escuchar su voz lo ayudó a conciliar el sueño más temprano de lo habitual. 

De colmillos y mordidas de amor [Hunhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora