Prólogo

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Dicen que morí.

Se me paró el corazón y no respiraba; a los ojos del mundo estaba muerta de verdad. Unos dicen que me fui tres minutos, otros que cuatro; yo empiezo a pensar que la muerte es ante todo cuestión de opinión.

Llamándome Julieta, supongo que debería haberlo visto venir, pero quise creer que, por una vez, no tendría lugar la misma lamentable tragedia de siempre, que esta vez estaríamos juntos para siempre, Romeo y yo, y que nuestro amor jamás volvería a verse interrumpido por sombríos siglos de confinamiento y muerte.

Pero no se puede engañar al Bardo. Así que morí como me correspondía, cuando se acabó mi texto, y volvía a caer en el pozo de la creación.

Ay,pluma dichosa.Esta es tu página.

Tom tinta y déjme empezar.

Julieta - Anne FortierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora