Capitulo 3.5 - Vanesa y Anibal

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Vanesa y Micaela se fueron a clase, yo me quede en casa dandole vueltas a la cabeza, sobre Vanesa. Parece que empieza a gustarme pero la acabo de conocer, no se que hacer la verdad, es tan guapa y mona..

Me levanto de la mesa y voy a su cuarto, y miro sus cosas, fotos, peluches, apuntes del instituto. Busco debajo de la cama en busca de su diario, nada, mire encima del armario, nada tampoco. Se me acababan las ideas me dispuse a mirar dentro de los cajones, me daba panico encontrar su ropa interior seria algo muy vergonzoso.

Me dispuse a abrir un cajon aleatoriamente, lo hize con los ojos cerrados, cuando los abro, alli estaba mi gran temor, sus bragitas, me sonroje inmediatamente, me hacerque y coji una, la desdoble y las miré. Se escucha como alguien se aclara la garganta, rapidamente escuendo las bragas tras mi espalda y miro a la puerta. Era Julio con una sonrisa, se aparto el flequillo y dijo:

— No pensé que fueras un pervertido, eh Anibal - Dijo con una sonrisa

— ¡No lo soy! Solo buscaba algo - Dije mientras doblaba las bragas y las guardaba en el cajon

— Todos en la vida buscamos algo pero no sabia que lo tuyo eran las bragitas de Vanesa - Dijo mientras me miraba con una mirada pervertida. — Mejor que nos vallamos de aqui, pronto llegaran - Añadio mientras salia del cuarto.

Sali de alli y me fui a mi habitacion donde me encerre. Las chicas llegaron poco despues, me alegro de que Julio estubiera alli...

Vanesa vino a verme a mi habitacion, estaba tan guapa como siempre, sus ojos verdes y su pelo castaño, me dejaba hipnotizado.

— Oye, en cuanto a lo de anoc..

Antes de que acabara me levante y la bese, al principio se sobresalto, pero despues se relajo, separe mis labios cuidadosamente mientras poco a poco abria los ojos, le mire fijamente a sus preciosos ojos verdes y le dije:

— No quiero que te disculpes, quiero que vengas todos los dias, que me ames desde este momento y que jamas me abandones

— Pero, ¿de que estas hablando?. ¿Te has enamorado de mi? - Dijo sonrojada

— Si, y quiero que seas mi novia desde este momento - Dije mientras le agarraba de los ombros y la miraba fijamente a los ojos

Ella asintio con la cabeza, la abrace muy feliz, las lagrimas se me caian, alfin empezaba a ser feliz. Nos apartamos uno del otro, yo no queria, pero Micaela estaba gritandonos, mejor ir que pierde la cabeza.

El dia paso con total normalidad, pero cuando la noche cayó...

Estaba dormiendo placidamente cuando escuche que la puerta se abria, entre abri los ojos y vi una figura blanca. Se acerco hasta donde descansaba mi cabeza, era Vanesa.

— ¿Cariño estas dormido? - Dijo susurrando

— Ahora si, ¿que ocurre? - Dije mientras me incorporaba y me estirazaba

— Te echaba de menos.. - Dijo con la cabeza agachada

Me levante y le abraze, despues la bese mientras le agarraba de la cintura, ella me cojio de la mano y se la puso en su culo, mi corazon empezaba a latir mas fuerte. Me abrazo del cuello mientras me mordia el labio, no queria que ese momento acabara.

Me empezo a empujar cuidadosamente hasta que cai sobre la cama, se puso encima de mi, su sedoso pelo estaba rozando mi cabeza, se sento sobre mi y se quito la camiseta. No tenia sujetador, estaba parcialmente desnuda delante de mi, se sonrojo y me beso con mucha fuerza. Me sente sobre el filo de la cama y la bese lentamente por el cuello, le mordi y ella solto un pequeño grito.

La deje sobre la cama y me empeze a desnudar, ella se quito los pantalones y su ropa interior, se metio entre las sabanas y poco despues la segi, la bese, una y otra vez no podia parar iba a dejarme llebar...

Me empuja hasta ponerme boca arriba y se sube encima, nos besabamos apasionadamente, intentabamos no caer en la tentacion, pero al final sedemos ante la pasion.

La tumbe en la cama y poco a poco iba hacercando mi pene a su vagina, ella me abrazo del cuello se  acerco a mi oido y me susurro " adlo, no tengas miedo ". La introduci lentamente, le dolia, si, era virgen, poco a poco hasta que ya estaba dentro del todo. La mire a los ojos, estaba muy guapa, queria moderle el labio, pero no me dejaba, ella me mordio y me dijo:

— No lo soltare hasta que me hagas la mujer mas feliz del mundo - Dijo mientras me mordia el labio.

Tubimos sexo, no queria que la noche acabara nunca, pero llego al orgasmo. Todo habia acabado, estaba feliz, se quedo dormida sobre mi pecho, no queria que se fuera nunca, ahora soy feliz.

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