LEY GENERAL FEMENINA Nº 2: APRENDE A DECIR ¡NO!

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Tefa, 30 de octubre de 2013


LEY GENERAL FEMENINA Nº 2: APRENDE A DECIR ¡NO!

Sábado en la noche.
Estaba en el Club donde se celebraba los 15 años de Margareth; tenía los nervios de punta primero por que iba tarde, segundo iba sola y tercero no conocía muy bien los invitados de la fiesta.
Cuando realizaba mis pasantías conocí a Margareth, al principio no me caía muy bien pero luego empezamos a hablar y desde entonces nos llevábamos muy bien; ella es de estatura mediana, cabello castaño oscuro y un poco ondulado, sus ojos cafés y una gran sonrisa que resaltaban con su forma de ser.


Hablábamos mucho de cumplir 15!, le ayude en los arreglos y en el vestido, en como iba hacer la fiesta y de lo mucho que íbamos a bailar (aunque la verdad no me gusta bailar pero lo hacía para llevarle la idea) y de lo bien que la pasaríamos.


Pero ahora que voy sola creo que no va hacer como lo habíamos planeado; era más que evidente que iba retrasaba, por que no encontraba que ponerme por más que Yuyis y Ana me aconsejaban por whatsApp y aún así no me decidía, después de una hora escogí un short adornado con lentejuelas negras, una blusa roja de ceda suelta con detalles negros en el cuello y un par de sandalia bajas negras con adornos plateados ( "para poder moverme en la pista"), y un bolso diminuto a juego.
Llegue al Club y Margareth estaba a punto de dar su entrada, así que entré rápidamente y apenada por la tardanza.


Me sentía como árbol* no encontraba a nadie conocido con quién hablar, la mayoría de los invitados eran familiares y amigos de ella con los que a mucho les dirigía un "Hola" por cortesía, así que ni modo de sentarme junto a ellos. (Ser sociable no es mi fuerte)
Camine con la esperanza de encontrarme a alguien conocido, y de pronto ohhh! Si ví a Luis sentado en una de las mesas, me hizo señales para que me sentara junto a el.
-H..hola Tefa!!- me saludo Luis - upaa!- me dijo mirándome de arriba abajo con los ojos de platos. 
-Hola Luis- le dije un poco sonrojada de vergüenza, mientas me sentaba - como vas? 
-Bien Tefa, haz visto a Daniel?- me dijo, levantando la cabeza para poder ver mejor en medio de la gente.
No..., no es el que esta cruzando la puerta?


Daniel estaba con unos vaqueros y una camisa azul, me alegre que llegará, muy en el fondo, por que aunque fuera corpulento ese gordito morenito lo sabía mover en la pista y si tuviera que elegir entre Daniel y Luis para bailar no dudaría en escoger a Daniel, por que con Luis nunca se sabe que estado de ánimo va a tener (y tampoco es que supiera bailar mejor que Daniel).
Daniel se sentó en frente de nosotros, pedimos unas bebidas y comenzamos a charlar y a reír relajadamente. 
Margareth cruzo la puerta llevaba un vestido como de princesa naranja y verde que resaltaba con los velos que cruzaban el club, con los decorados y las rosas de las mesas; luego del Bals y de todas esas cosas tradicionales de los quince, apagaron las luces y de inmediato el Dj coloco música con luces de disco.
De repente casi todos estaban en la pista bailando.
-Bueno, me voy a bailar- dijo Luis, mientras se levantaba de la silla y se dirigía con una amiga de el llamada Daniela a bailar, dejándome sola con Daniel.
No por favor que Daniel no me saque a bailar, por faooor...!
Como sí me leyera la mente me dijo:
-No te vas a quedar aquí sentada y yo tampoco, vamos!- me dijo Daniel; se levantó y era evidente que hablaba en serio.
-Pero no se bailar...
-Como que no! Caminas eso es suficiente para mi, Vamos -me agarro de la muñeca y antes de que pudiera decir algo ya estábamos en medio de la pista bailando, o bueno por lo menos yo moviendo los pies. 
-Y que no sabías bailar no? - dijo Daniel, riéndose por lo bajo.
JA Ja Ja, sí claro desde cuando esto es bailar?- le dije sarcásticamente, girando en una de sus manos, aunque a decir verdad no lo estaba haciendo tan mal, todos esas clases de baile de mi papa por fin dieron sus frutos.
El me miro con ojos de sí claro Tefa!...
-ok, ok, tal vez fui un poco modesta, pero no bailo tan bien- le dije mientras se me soltaba una risa disimulada.

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