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Podrás dejar huellas en mi corazón, pero ten por seguro que con o sin ti, seguiré adelante, cueste lo que cueste...

Mis pensamientos estaban demasiado alocados. Sentía inseguridad, alegría, tristeza...pánico.

-Bien, aquí estamos, ¿Qué piensas hacer?¿Quedarte en la puerta todo el dia?-

Mire a Laura e incline un poco mi cabeza.

-¿Sabes? No sería mala idea-

Laura me dio un pequeño golpe en la cabeza y antes de que pudiera agarrarla toco el timbre de la casa.

-¡LAURA¡-

-Calma, todo saldrá bien- dijo con una sonrisa que al menos 6%de mi angustia disminuyó.

Alguien abrió la puerta...

No era el sin duda.

-Buenas tardes señora, ¿De casualidad aqui vive Emilio Osorio?-

Era una señora de baja estatura con rasgos asiáticos.

-Si, ¿quién lo busca?-

En ese momento Laura me pellizco y la mire mal.

-Joaquín-

-Esta bien, espelen un latito pala buscalo. Pasen adelante-

Rei en voz baja por su acento.

La casa era muy bonita, cuadros por todas partes, la cocina elegante, era espectacular.

Seguía observando hasta que una voz me interrumpió.

-Eh, el joven Emilio no quiele que este usted aqui, ni su amiga tampoco les pido el favol de letilalse-

Por un momento quise subir y decirle de todo a Emilio, pero me calme y asenti.

-Muchas gracias, señora-

Laura dijo lo mismo y salio, sin embargo, la señora me tomo por el ante brazo.

-Niño se que le duele, pelo el quiele empezal de celo, no quiele nada de su pasado y lamentó decilo de esta manela-

Mis ojos se llenaron de lágrimas y asenti. El no quería nada conmigo...

Pues dos pueden jugar lo mismo.

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