Un amor incomparable Kirideku/Katsudeku [TERMINADA]

CAPITULO 1: DEJAME AYUDARTE

Kirishima se encontraba en la cafetería comiendo con sus amigos, pero algo le llamo la atención, aquel peliverde que siempre se sentaba a su lado a platicar sobre su día, esta vez no estaba, se sentía muy mal al no poder escuchar la hermosa voz del peliverde.

En eso, se acercaron los mejores amigos de Midoriya a comer junto a sus demás compañeros. Kirishima aprovecho ese momento para preguntarles a ellos si sabían sobre el paradero de izuku.

— Hey uraraka, ¿Sabes en donde esta Midoriya?

— Crei que Izuku-kun estaba con ustedes— decía la castaña sorprendida

—El no está acá — dijo el de pelos puntiagudos, un poco asustado, porque el nunca se solia perder el almuerzo en la cafetería, y mucho mas, porque hoy estaban dando katsudon de almuerzo y Kirishima pensaba comprárselo todas las veces que Izuku se los pidiera.

— Creo que lo vi dirigirse a la azotea con bakugo— entro el bicolor a la conversación, con un tono neutro, como era de costumbre

Eijiro estaba un poco asustado, el sabia en como su amigo le hacia bullyng al pequeño pecoso, le daba miedo imaginarse una escena en donde el menor baje de la azotea con algunos moretones en el cuerpo, se paro de su asiento, y se dispuso a ir a la azotea para ver si todo estaba en orden-

—Ire a ver que están haciendo, ya vuelvo— Hablo mientras se retiraba de aquella sala

— ¿Estas seguro de ir?, te repito que ahí esta bakugo y no creo que le guste que alguien los interrumpa en medio de una conversación—dijo el bicolor, haciendo que sus demás compañeros asintieran a favor de este

—No se preocupen, lo tengo entendido, pero.... Solo quiero asegurarme de que Midoriya este bien...—Dijo con un pequeño rubor en sus mejillas que trato de ocultarlo mientras se daba la vuelta para ir a la azotea, lo que no sabia es que casi todo el grupo de amigos que se encontraban allí presente, lo pudieron ver con facilidad

—Hay estos tortolos...— dijo la castaña con una sonrisa

(....)

Ahí estaba dirigiéndose a la azotea pero justo cuando estaba a por entrar, escucho algo que lo dejo con el corazón roto.

Pudo escuchar claramente detrás de la puerta como el peliverde le declaraba su amor al cenizo, estaba mas que dolido al saber que no tenia ninguna oportunidad, después de todo, Midoriya y Bakugo son amigos de la infancia, jamás podriá competir contra el.

Una vez estaba dispuesto a irse, no pudo evitar escuchar como bakugo lo rechazaba de la peor forma, quería entrar, quería entrar y golpear a  Bakugo hasta que se arrepienta por lo que dijo, no solo había rechazado a la persona mas hermosa, amable, gentil, cariñosa y alegre del mundo; sino que también lo había ofendido, insultado y hasta empujado. Pero pensaba que aunque quisiera golpearlo hasta la muerte, no hubiera podido, porque no quería que Midoriya se enojara mas por el, y mucho menos quería que el supiera que estuvo presente en su declaración fallida.

Pudo escuchar unos pequeños pasos que se acercaban a la puerta, sabia por completo que alguien se estaba acercando, por lo que decidio esconderse; en eso, vio a bakugo saliendo con un tono muy ¿dolorido? Porque el estaría asi, no le importo lo mas minimo, una vez la silueta de bakugo desapareció, decidio fijarse en el peliverde, el cual estaba tirado en el piso todo entristecido, quería ir a ayudarlo. Hasta que lo vio, estaba en la orilla de la azotea con claras intenciones de saltar, de la nada su corazón se paro por completo, el tan solo imaginarse una vida sin Midoriya realmente hacia que toda su cara se llenara de lagrimas; el no poder escuchar su voz nuevamente, el no poder ver su linda sonrisa que siempre la muestra a pesar de todas las dificultades, los susurros que da inconcientemente que aunque para muchos sea molesto, para el es muy tierno; no quería ni siquiera imaginarse una vida sin el. Con todas sus fuerzas corrió hacia donde estaba el peliverde, este ya estaba impulsándose, corrió lo mas que pudo y por suerte logro alcanzarlo a tiempo, abrazandolo lo mas fuerte que pudo y alandolo para atrás, haciendo que ambos se cayeran hacia abajo, Izuku se volteo sorprendio y con algunas lagrimas en sus ojos.

—Kir-Krishima... ¿Qué haces aquí?- Pregunto un poco asustado y nerviosos por ver que su amigo lo vio en ese estado

No tuvo respuesta alguna por parte del pelirojo, este solo mantenía su cabeza abajo.

—Kirishima.... Yo d.... — fue interrumpido por el pelirojo

—Midoriya...— su voz era entrecortada, se le podía ver como las lagrimas salían al suelo—porfavor... prométeme que nunca mas lo volverá a intentar—alzo su vista a la del peliverde, estaba llorando, tenia en todas su cara lagrimas por doquier y sus ojos estaban muy rojos

—K-kirishima... lo sien.... —nuevamente fue interrumpido por el pelirojo

—Tu... tienes idea... de lo difícil que hubiera sido para el saber que ya no estás?!, ¿!sabes cuan doloroso fue el tan solo imaginarme un mundo en el que tu no existías?! Porfavor... —decía mientras en los ojos le salían cada vez mas lagrimas- porfavor.... Nunca mas lo vuelvas a intentar Midoriya..,—agarro al pecoso de la cintura y lo hundio a su pecho, dándole un abrazo que no solo lo hizo lo alivio, sino que lo hizo sentir en las nubes

—Kirishima.... — Nuevas lagrimas empezaron a salir en los ojos del pecoso— yo deverdad lo siento... — dijo mientras hundia su frente en el cuello del pelirojo, no quería separase del abrazo, podía oler el exquisito olor que tenia el pelirojo, lo dejo mas que encantado, se quedaron ahí abrazados durante mucho tiempo, después de todo, ninguno de los dos quería romper ese abrazo

—Dejame ayudarte Midoriya...— Decia mientras aun abrazaba al pecoso—te hare sentir la felicidad nuevamente, pero porfavor, nunca mas me vuelvas asustar asi...—Hundio su cabeza mas en el exquisito cuello que tenia el peliverde-

— Ya me estas ayudando kirishima... justo ahora me siento muy feliz gracias a ti, realmente me siento muy comodo ahora... Gracias kirishima-kun...— Se aparto un momento del abrazo para mirar a los ojos a esa persona que le devolvió la felicidad en tan poco tiempo y le regalo una encantadora sonrisa, que hizo sonrojar a aquel par-

Volvieron a hundirse en ese hermoso abrazo, le importaban un bledo el que las clases ya hayan empezado, sentían que ahora mismo, este era el mejor dia de sus vidas.

Espero que les guste esta historia la verdad ;-;, perdonen si hay faltas de ortografia. Nos leemos luego uwu