4. La llegada

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POV Cris

Cuando abrí los ojos pude distinguir como el verde del pueblo se veía cada vez más cerca, ya estábamos por llegar.
Aún estaba apoyada en el hombro de Joana, quien iba despierta hablando con Amira y Dani.
Lentamente separe mi cabeza de su hombro y me estiré.

-Hola a la bella durmiente-dijo Amira riendo.

-Hermanita que te has perdido una súper charla, no tienes idea-dijo Dani mirándome por el retrovisor.

-Lo siento, es que me quede dormida-dije mientras bostezaba y volvía a acomodarme en el hombro de Joana.

-Tranquila amor, hablamos de cosas culturales.

-Mejor que iba durmiendo entonces-reí.

-¿Queres dormir de nuevo?-pregunto Joana dándome un beso.

-No, ya casi estamos ¿cierto?

-Pues si, ahí está la entrada-señaló Dani.

Zaorejas era un pueblo pequeñísimo, con no más de 130 habitantes, nunca entendí el sentido de vivir aquí, pero como mi abuela y parte de la familia lo hacen siempre venimos.

-Que bonito lugar-resaltó Joana.

-Es hermoso tía, no entiendo porque a Cris le aburre tanto.-respondió Amira.

-Pero desde que era pequeña eh, jamás le gustó venir-concluyó Dani riendo.

-Bueno eh, que tal vez eso cambie ahora-mire a Joana y sonreí.

No es un lugar tan feo. Esta lleno de construcciones de piedra antiguas, todas uniéndose en una misma rotonda, me recuerda a los pasillos de Roma.
Tiene grandes montañas y hermosas cascadas que se extienden por varios lugares. Es el lugar ideal si te gusta la naturaleza, porque si eres fiestero como yo te traga el aburrimiento.
Aunque esta vez era diferente. Estaba con Joana. Me daba nervios pensar que iba a conocer a toda mi familia, porque ellos no saben nada y debería presentarla como una amiga, en cierto punto me molesta tener que ocultarnos de esta forma, pero no puedo arruinar las vacaciones de mis padres.

Luego de entrar emprendimos camino hacia la casa de mi abuela, que se encontraba a unos 15 minutos del centro del pueblo.

Al llegar mis padres estaban esperándonos afuera. Estacionamos en la parte delantera de la casa y bajamos del auto. Todos nos saludamos.

-Cristina, ¡no puedo creer que estés aquí!-dijo mi madre, se la notaba contenta.

-No sabes lo que ha costado convencerla-acotó Amira.

-Que me ha convencido Dani mamá, no te emociones. Pero si, no me iba a perder un viaje con estos tres troncos.-los miré y sonreí.

-Vale hija, bajen las cosas del auto que ya están listos sus cuartos-dijo mi padre.

Bajamos nuestros bolsos y entramos a la casa, había un pasillo largo antes de llegar a la puerta.

-¿Que tal el viaje?-preguntó mi madre.

-Todo bien-respondió Joana-Cris siempre me pintó Zaorejas como un lugar aburrido, pero es hermoso.

-Es lo que siempre le digo yo, trata de escuchar más a Joana hija.

Joana se dio vuelta y me guiñó un ojo. ¿Acaso buscaba ganarse a mi madre? Me reí en mis adentros.

POV Joana

Entramos todos a la casa, era muy grande. Se notaba que había sido construída hace muchísimos años.
Apenas habrías la puerta te encontrabas con un pequeño espacio con un perchero, más adelante la sala de estar por la que se abría un pasillo con varias puertas. Una llevaba a la cocina, otra al baño, y el resto a los cuartos de abajo. Al final del pasillo se dejaba ver una vieja escalera de madera, que supuse nos llevaba a los cuartos de arriba.
Cuando pasamos a la cocina la abuela de Cris se encontraba sentada en la mesa, esperándonos. Una mujer grande, de unos 70 y pico de años, pelo gris y ojos celestes. Algo me dijo que Cris se pareció mucho a ella en su juventud.

Just the same - CroanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora