Un verano inolvidable

Se acercan los fuegos artificiales de verano

Amaneció un nuevo día, el sol estaba radiadante, los rayos del sol me despertaron. Estaba lleno de energía, así que desayuné y fui a ver a Hikari, si así es, se llamaba Hikari, os he ocultado su nombre hasta ahora, como iba diciendo, me dirigía hacia su casa a un paso medio, con mis audífonos puestos escuchando Rock mientras pensaba en invitarle a ir a los fuegos de verano.

Tras un largo camino llegué, su madre me recibió y la saludé amablemente, entonces su padre vino para saludarme, yo me sentía un poco incómodo hablando con su padre, de hecho me daba un poco de miedo, tras saludar a sus padres ella bajó vestida con una falda y una blusa Blanca, la veía verdaderamente preciosa, nos quedamos un rato mirándonos mientras sonrieamos, cualquiera diría que estábamos enamorados el uno del otro.

Finalmente, y tras charlar un rato con sus padres, salimos a dar un paseo, fuimos por el barrio de tiendas, después de mirar un poco compramos algo de comida y nos fuimos al árbol donde nos hablamos por primera vez, estuvimos hablando de varios temas, pero hubo uno en el que me sorprendió, hablamos sobre videojuegos, me sorprendió muchísimo, entonces le pregunté que si vendría a ver los fuegos conmigo, a lo que aceptó y me puse realmente feliz.

Tras dejarla en su casa me volví a casa en la oscuridad de la noche acompañado de la fiel soledad, al llegar a casa me puse a escribir un pequeño relato, pero se me fue de las manos y me quedé hasta tarde, lo cual hizo que me durmiera bastante tarde, pero bueno, es lo que tiene estar en verano.

Pasó una semana y el Festival de los fuegos estabas apenas a la vuelta de la esquina, cada día que la veía tenía más ganas de besarla, tan sólo deseaba que ese momento llegara.