Un verano inolvidable

La realidad

Hoy ero el día del Festival, aunque era por la noche, quedamos por la mañana para pasar todo el día juntos, parece mentira que alguien sin amigos y con ningunas ganas de hacer amigos estuviera con una chica durante todo el día.

Quedamos en la plaza, cerca de las 11:30 ,yo llegué antes así que estuve esperando un buen rato pero daba igual, no me gusta llegar a los lugares justo a tiempo o con un poco de retraso, prefiero estar allí antes. Ella llegó un poco después que yo, entonces nos saludamos con un abrazo y fuimos a dar un paseo, hoy toda la ciudad estaba llena de tiendas con diversos objetos, algunos llamaban extremadamente mi atención, eran objetos con colores muy oscuros o incluso negros, era de lógica ya que mi color favorito es el negro. Tras haber mirado algunas tiendas y comprado un par de objetos, volvimos a la plaza donde nos compramos un par de helados, ella cogió mi mano, que al momento hizo que me ruborizara tapando mis ojos con mi flequillo, la miraba de reojo mientras acariciaba con mi pulgar su delicada y pálida mano, estaba muy feliz, sentía algo que nunca sentí, pensé que es es el amor, aunque no se, esta era la primera vez que me acercaba a una chica por mi voluntad, en todos los institutos que estuve todas las chicas se acercaban a conocerme, pero todas eran iguales, aunque con esta chica vi algo diferente, algo que no vi en la demás, esta chica era sincera y no ocultaba nada, debes en cuando la hacía enfadar porque me encanta incluso cuando se enfada. Fuimos al mirador que da la vista al mar, ya casi estaba anocheciendo, cada poco tiempo me aseguraba qhe llevaba mi colgante, ese colgante era muy preciado para mi, porque fue de las primaras cosas que me puse para definir mi estilo, por decirlo de algún modo.

Ya era de noche t apenas faltaban unos minutos para que dieran las 12 y empezaran los fuegos artificiales entonces me quité el colgante, me puse detrás de ella y se lo coloqué terminando con un abrazo por la espalda, ella lo sintió, miró el colgante, sonrió y puso sus manos sobre las mías como si me estuviera dando las gracias. Entonces la giré hacia mi mientras me acercaba poco a poco a sus labios, estaba nervioso, pero parecía que ella también lo estaba esperando, entonces mientras empecé a besarla comenzaron los fuegos artificiales, fue la sincronización perfecta, mi primer beso y fue bajo un escenario fantástico.

De repente todo ruido cesó, sólo veía un fondo blanco ¿que había pasado? Empecé a escuchar un pitido como el de los hospitales de los pacientes en coma, poco a poco fui abriendo los ojos, veía un poco borroso, aunque estaba en una sala, sólo, no me había acostumbrado a la claridad, de pronto oí la voz de mi madre, entonces me di cuenta de que.... Estaba en un hospital.

Mi Madre me contó todo lo sucedido tras haber recuperado completamente mi salud, al parecer tuve un grave accidente que me dejó en coma durante dos meses, no lo podía creer, no recuerdo nada de eso, después de que me lo contará salir de casa con el skate, pero no manejaba bien como lo hacía antes, debía entrenarme, pero eso ahora no importa, me dirigía a casa de Hikari, sólo esperaba que estuviese bien. Al rato llegué, pero estaba exhausto, tenía que coger un poco de aire, tras recuperarme llame a la puerta, entonces me abrió una anciana que me dio permiso para entrar en su casa, me puso una taza de té y una galletas, fui directamente al grano, fue una conversación corta, al salir de la casa me fui a sentar al árbol de siempre, todo fue un sueño, ella fue un producto de mi imaginación y lo que me pasó con ella tan sólo fue un sueño, comencé a llorar, realmente me enamoré de ella, me enamoré de una persona que me inventé totalmente, ahí fue cuando entonces se me acercó una chica ofreciendome un pañuelo para secar mis lágrimas.... Pero la chica que me ofreció el pañuelo, era ella.

Aquí es donde comenzaron su historia, bajo ese árbol nació el amor de un chico solitario y una chica de gran corazón, quien sabe cuando sabremos de esta preciosa pareja otra vez.