C a p . 1 | P e l e a

14 2 0
                                    


El día era maravilloso, el sol resplandecía y el viento soplaba de forma tan fresca que relajaba tan solo al sentirlo, los cantos de las aves eran melodiosos, el olor de las flores embriagaba el olfato, todo era simplemente paz y tranquilidad, un ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día era maravilloso, el sol resplandecía y el viento soplaba de forma tan fresca que relajaba tan solo al sentirlo, los cantos de las aves eran melodiosos, el olor de las flores embriagaba el olfato, todo era simplemente paz y tranquilidad, un día perfecto.

—¡WonWoo!—

Bueno... casi perfecto.

Y es que en ese momento todo se esfumo y se fue al caño, la paz y tranquilidad que tanto adoraba WonWoo fue interrumpida por el ser que más odiaba en el mundo, que decir el mundo, del universo entero.

El causante de sus migrañas mañaneras, de los cinco muñecos vudú escondidos en su armario, la razón por la que intento hacer un hechizo de mala suerte que terminó explotando su caldero, la persona quien casi deja sin plumas a su hermoso cuervo.

El ser más fastidioso, infantil, maldito, ¿ya dije fastidioso?

Y no era nada más y nada menos que su vecino/enemigo, Kim Mingyu.

—¿Qué quieres?— hablo irritado, ondeando su gran capa mágica negra hacia atrás, para después cruzarse de brazos dando un aspecto imponente que cualquiera que lo viera saldría corriendo.

Cualquiera menos Mingyu, pues todos sabían que un mago de magia blanca era el único con el poder suficiente para hacerle frente a uno de magia negra, por lo que no se sentía intimidado en lo más mínimo por la mirada fría de aquel vecino que practicaba el camino oscuro.

—Mis margaritas amanecieron marchitas ¿tienes algo que decir en tu defensa?— también se cruzó de brazos mientras caminaba hacia el contrario.

Su capa blanca se movía con cada paso, la elegancia imanaba de este, sus cabellos castaños perfectamente peinados brillaban, y esos ojos oscuros eran todo un mundo nuevo jamás descubierto, cualquier mortal quedaría hipnotizado por la belleza y perfección que poseía aquel hombre.

Cualquiera menos WonWoo, que sabía el horrible ser roba mascotas que estaba detrás de esa cara de ángel.

—Como me alagas, pero tengo cosas mejores que hacer que marchitar tus estúpidas margaritas— hablo burlesco dándole la espalda para continuar con su camino, ya que no tomaría más de su valioso tiempo en un ser tan insignificante como lo era su vecino.

—No te hagas el tonto, sé que tú le tenías odio a mis flores después de que unas abejas te picaran cuando te encontré intentando quemarlas— acusó enfadado —además, no creas que no sé qué me tienes en tu lista negra, ¿Quién más a parte del mago oscuro Jeon WonWoo, que sabe el gran aprecio que tengo por esas flores, es capaz de realizar tal desgracia?— dijo con el ceño fruncido y un dedo alzado apuntando al azabache.

El mencionado se giró molesto ¿es que acaso cada cosa mala en la vida de aquel árbol con forma de humano era su culpa?

Cuando se enfermó, fue su culpa, cuando una campesina lo rechazó, su culpa, cuando un panal de abejas le persiguió, fue su culpa, cuando puso condimentos de más en su sopa, su culpa.

➪🧙🏻‍♀️Meanie || Dear Neighbord ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora