Ahora si que me encontraba solo, aun era de día, me encontraba al pie de la montaña, aun podía ver la imagen de aquella extraña chica desvaneciéndose, aun recuerdo su voz y y todo lo que me dijo. En este momento debo continuar, aunque a decir verdad ya no tengo fuerzas para seguir, la cima de la montaña parece inexistente desde aquí, pero aunque lo desee no puedo echarme aquí y morir.
También puedo recordar el sendero que lleva a mi destino, aunque muy poco se parece a como lucia la ultima vez, esto es lo mas difícil del viaje, el camino siempre cambia y debo hacer como si no lo he transitado solo para no confundirme con los nuevos cambios.
Si alguien escucha mi voz y cree que estas montañas son comunes, se equivoca, en ella encuentras nieve, pero la nieve no es importante, también hay arboles, si también cubiertos de nieve, pero tampoco son importantes, muchos precipicios que tampoco importan. Entonces podemos concordar en que ahora nada es fuera de lo común, hasta que te enteras que la montaña esta llena de espejos, si, aun no he perdido la cordura, puedo ver mi reflejo en ellos, incluso algunos me permiten ver mas allá de mi reflejo.
En uno de ellos, puedo ver la oscuridad del precipicio, siento que ya perdí la cordura este espejo me habla en susurros, son muchas voces susurrando algo.
- Ven.- dicen las voces, pero yo busco a mi alrededor esperando que sea una broma y alguien se encuentre cerca-.
- Salta con nosotros.- otro de los espejos también se oscureció-.
- Ya no hay escapatoria.- ya no son dos, sino muchos espejos que se han oscurecido, sus voces me continúan hablando-.
- ¡No!, aun debo continuar.- Alcanzo a decir, pero no se a quien reclamar, mas espejos se oscurecen, las voces son mas audibles, ya no son susurros, ahora son gritos.- D-Debo continuar.
La incertidumbre se apodera de mi, es como si con cada espejo que se oscurece pierdo una batalla tras otra. Aun así decido correr, no se si sea lo mejor, pero ahora corro detrás de cada uno de los espejos que aun sigue mostrando un reflejo, me aferraré a ellos hasta que su ultimo reflejo se desaparezca.
- Nada importa ahora, ven con nosotros.- Las voces son mas audibles, en cada espejo que se oscureció es como si desde las sombras sus ojos me miraran.- Ven... - Uno de los espejos que tengo frente a mi acaba de oscurecerse, me llama.
- ¿Que quieren de mi?.- es lo único que alcanzo a decir, mi eco rebota por todas partes, escuchar mi propia voz me hiere-.
- ¿Tienes algo que darme?.- otra vez habla en susurro pero ahora es una sola voz, proveniente de la nada y a la vez de todos lados-.
- Ya no tengo nada.- es lo único que puedo decir entre sollozos, pero ¿porque?, a medida que avanza el tiempo me siento como la persona mas desdichada que existe.- Ya no... - quiero seguir hablando, quiero gritar, pero mi llanto ahoga mis palabras-.
- Entonces ven.- vuelven a hablar todas las voces en un susurro, mientras mi llanto se vuelve cada vez mas audible.- ¡Ven con nosotros!.- sus voces gritan otra vez, es como si todo girara, todo se deshace, es como si todo se esfumara a mi alrededor quedando solo oscuridad, solo con esa voz-.
- Y-yo no... - hago mi mayor esfuerzo para hablar, debo ser fuerte, debo seguir, tengo que hacerlo por el, por mi corazón- Yo no puedo ir con ustedes.- digo un poco mas seguro aunque aun siento lágrimas rodeando mi rostro-.
- Si, tu puedes hacerlo.- siguen diciendo las voces, ahora ríen con cada palabra ¿acaso les da gracia mi dolor?.- Todos pueden.- continúan riendo-.
- Y-yo no, ¡No lo haré!.- Mis palabras resuenan, pero quedan detrás de mis pasos, ahora sigo corriendo-.
Puedo observar como la cima esta tan cerca, aun no se como pude llegar tan rápido, pero esta ahí. Sin embargo llego tarde el último de los espejos esta por oscurecer, debo llegar a el, yo puedo hacerlo.
- Nadie se escapa de la oscuridad del pasado.- Las voces hablan casi cantando como si fuera algo muy triste, pero ríen, se ríen muy fuerte, se burlan de la tristeza, ahora lo comprendo-.
- ¡No!, no, no.- acelero mi paso, la oscuridad se apodera del último de los espejos, no lo lograre, quizás si-.
Esta delante de mi puedo ver un ultimo reflejo en el, porque tuve que tropezar, he tropezado con una roca, o quizás alguien o algo se interpuso en mi camino. Puedo oír el sonido del cristal destruyéndose, ese sonido me ensordece, siento un vacío increíble, estoy cayendo.
- Al fin vendrás con nosotros.- las voces se escuchan cada vez mas cerca ¿o mas lejos?, ahora eso no importa, estoy cayendo, cayendo al precipicio, no se a donde iré o si debo ir a algún lugar.
Por mi rostro se desliza una ultima lágrima, era exactamente como la de la chica de la lágrima en la mejilla, no pude evitar recordarla, no pude evitar reprocharle aunque se que no me escuchará.
- Dijiste que nunca estaría solo.- fue lo último que pude decir, entre el ruido de cristales rotos, mientras todo mi peso caía en el casi interminable fondo-.
Todo es oscuridad y silencio, creo que todo término, aunque me iré con su imagen, ella sujetando a mi hermoso corazón, su imagen se desvanece como yo mismo lo hago en este momento.
- Todo terminó.- dicen las voces en un pequeño susurro, aunque no creo que lo pueda oír.
Todo terminó...
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Viaje al Centro de Mi Corazón
RandomUn viaje con destino a descubrir los secretos del corazón, donde hay que enfrentarse a los sentimientos y a los monstruos interiores.