Poseídos

Final

Shoto Todoroki, un chico de 16 años muy inteligente, perteneciente a la élite juvenil de los cazadores de demonios, siendo este el más joven de ellos, hijo de Enji Todoroki, uno de los Generales más respetados entre los cazadores, y también el General más odiado por Shoto, pues este mismo lo había forzado a entrar en la institución que el joven Todoroki más detestaba, ya que conocía perfectamente por su padre el abuso de poder que estos cometían, y como si eso fuera poco, su padre se había encargado de involucrarlo en la escena más dolorosa de su vida, la muerte de su único amigo hasta ese entonces, Inasa.

Todo sucedió hace algunos meses, cuando había sido admitido en la élite juvenil de los cazadores de demonios, allí conoció a Inasa, uno de los jóvenes más prometedores que se encontraban en esa división y Capitán de esa misma. Su trato inicial no fue el mejor, pues el carácter del joven Todoroki no le permitía hacer amigos con facilidad, contrario a Inasa, quien desbordaba energía y seguridad en cada una de sus acciones.

El tiempo fue esencial y las misiones también, compartieron mucho tiempo juntos y poco a poco se volvieron amigos, ambos decidieron continuar con sus estudios en la preparatoria y conseguir en un futuro algún trabajo lejos de la sangre y corrupción de los cazadores de demonios. Fueron meses llenos de tranquilidad donde ambos compartían la carga de la sangre que derramaban, pero esa tranquilidad acabó cuando capturaron al primer Demonio de sangre.

Inasa se volvió distante y su sonrisa desbordante de energía se volvió una sonrisa fingida llena de temor y tristeza, Shoto no era tonto, sabía que algo pasaba y quiso ayudar, pero lo único que logro fue acabar con su amigo.

Todo pasó realmente rápido, su padre sospechó que Inasa era un poseído y como nunca antes lo había hecho, se lo comentó al joven Todoroki, quien dejándose llevar por la ingenuidad de su juventud, se lo dijo a Inasa. Él quería ayudarlo, expulsar el demonio interior que tenía y si no podían extraerlo, colaboraría con él para ocultar el secreto, sin embargo, Inasa negó todo y se alejó de él.

Fueron días llenos de soledad y tristeza, su vida volvió a tornarse gris, y por culpa de ese despiste, no pudo darse cuenta del verdadero motivo por el que Enji Todoroki le contó sobre sus sospechas.

Todo acabó una tarde, cuando saliendo de la preparatoria fue emboscado por un grupo de bandidos muy bien preparados y muy fuertes, fue golpeado, herido y secuestrado. Shoto sentía que aquello era normal, pues como hijo del General Enji Todoroki estaba muy expuesto al peligro, pero no contó con que la verdadera intención de todo lo sucedido, era hacer que Inasa se enterase de ello y fuera a rescatarlo, el joven Shoto se dio cuenta del verdadero motivo cuando ya era demasiado tarde e Inasa ya estaba en donde lo tenían capturado.

Los ojos del joven Capitán de las fuerzas élites desbordaban ira y preocupación, manifestándola en un brillo único que hacia resaltar sus orbes negros, el brillo único que solo los poseídos por Demonios de sangre tenían, y para comprobar todas las sospechas del joven Todoroki, el aire se comenzó a arremolinar, y como si se tratase de cuchillas, corto sin piedad a todos los bandidos.