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Shen Qingqiu se encuentra perdiendo todo y perdiendo a sí mismo después de la muerte de Luo Binghe.

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El invierno se convirtió en la temporada de luto en el pico Qing Jing. El entumecimiento y la amargura del frío son como un recuerdo de los muertos; el recuerdo de Luo Binghe. Hoy era su cumpleaños, el cumpleaños que nadie celebró hasta después de su muerte.

Shen Qingqiu sonrió amargamente mientras observaba cómo la nieve caía lentamente al suelo. Nunca se molestó en celebrarlo ya que el sistema siempre lo bombardeaba con misiones y obsequios. Miró el cuerpo de su antiguo discípulo, su rostro estaba en paz con una pequeña sonrisa, era como si finalmente encontrara la paz. 

Recordó el recuerdo como ayer. Binghe había sonreído tan alegremente, tan lleno de dolor y tristeza. Shen Qingqiu se había quedado allí tan quieto como una piedra, esperando a que todo se asentara.

Todos los señores de la cima lo miraron con simpatía y lástima mientras traza temblorosamente la herida en el pecho de Binghe, el corte justo al lado de donde había hecho una herida al empujar a su amado discípulo por el abismo.

Observaron con lástima cómo se arrodillaba y le temblaban las piernas. Puso su mano sobre el corazón de Binghe y sintió que su mundo entero se estrellaba cuando no había latidos. La piel se volvió inquietantemente fría y su piel palideció por la pérdida de sangre. 

'Ah ... Está muerto ...' 

Debería estar feliz, ¿verdad? ¡No hay nadie que quiera vengarse! ¡Ya no hay nada que temer! Ahora que la persona más fuerte está fuera de su camino, esto debería haber terminado, ¿verdad?

Entonces, ¿por qué me duele tanto el corazón? 

Recordó los ojos de Binghe que estaban llenos de dolor. Recordó en la celda que Binghe le había preguntado si lamentaba todo y la tristeza en sus ojos cuando no respondió. Recordó la sonrisa de dolor que ignoró cuando empujó a Binghe cuando luchaba contra los cultivadores. 

Shen Qingqiu siempre había dejado todo a un lado. Nunca le había importado que Binghe se metiera en situaciones peligrosas, confiando todo en el halo dorado. Solo le importaba el futuro de su Secta y él mismo, durante la trama, todo lo que había hecho era salvarse a sí mismo. A veces se olvida de que Binghe ya no es solo un personaje de una novela. Olvida que Luo Binghe, como todos los demás, también tiene sentimientos. 

En el momento en que recuerda, es demasiado tarde. Cuando Xin Mo tomó el control, Shen Qingqiu no esperaba que Binghe les dijera todos sus sentimientos. Se dio cuenta de que todo lo que estaba haciendo estaba mal. 

Se rió de sí mismo. ¡¿Qué egoísta era ?! ¿Para mostrarle al protagonista todo lo que quería, solo para abandonarlo como a cualquier otra gente? ¿No era como el original, excepto que era aún más cruel? 

Shen Qingqiu ahora se había dado cuenta de que Binghe nunca lo desobedecería. Si tan solo le hubiera dicho que bajara al abismo con alguna excusa de mierda o cualquier cosa para tranquilizar al loto blanco, esto no habría sucedido. 

Agarró la mano de Binghe, sus ojos ardían por su frialdad. Recuerda esta misma mano que había apuñalado y la misma mano que lo había protegido, alimentado y lleno de calor.