14- noches

396 13 0
                                    

—Estúpida almohada —murmuró _____, intentando golpear su una vez cómoda almohada hasta la sumisión.

Anoche al igual que días antes de viajar a L.A había sido la peor noche de sueño que había pasado. Pasó toda la noche revolviéndose, dando vueltas e intentando ponerse cómoda solo para finalmente quedarse dormida en un sueño inquieto alrededor de las cinco de esta mañana. Ahora parecía como si estuviera por repetir la función. Le echó un vistazo a la alarma y gimió. Era casi las dos de la mañana. Enterró la cara en la almohada y gritó. ¡Esto apestaba! Estaba tan cansada. Todo el día se mantuvo ocupada e incluso limpió su casa, pensando que en el momento en que se fuera a la cama estaría demasiado cansada para otra cosa que no fuera dormir.

Parecía que ese plan estaba fallando miserablemente.

—Tanto cansancio… —casi lloriqueó.

Maldito Nash. De alguna manera él había destruido su sueño. Nunca había dormido en la misma cama con un chico antes. Seguro, se había acurrucado con unos cuantos novios en frente de la televisión luego de una pesada sesión de besuqueo, pero siempre se sintió incómoda. Con Nash se sintió tan bien. Fue mil veces más cómodo que su cama o edredón.

¿Cómo se suponía que debía sentirse cómoda en una almohada sobre un colchón luego de dormir en sus brazos? No podía. No existía manera de que fuera capaz de conseguir lograr ir fresca a la escuela mañana con menos de dos horas de sueño en veinticuatro horas, pero no podía Faltar, no podía.

—Hazte a un lado —dijo Nash, asustándola.

Ella pegó un brinco, intentando recuperar el aliento mientras observaba a Nash alzar el cristal de la ventana y saltar en su habitación. Cerró la ventana detrás de él y se acostó en la cama.

Todavía jadeando, ella aspiró aire y dijo:

— ¿Qué demonios te pasa? ¡Acabas de asustarme!

—Mira, mujer, no sé lo que hiciste, pero no he sido capaz de dormir desde que dormimos juntos. Estoy cansado, irritable y todo lo que quiero es dormir así que acurrucas tu trasero conmigo y me ayudas o te mataré —espetó Nash.

—Vaya, estás irritable —murmuró.

—Es tu culpa.

—Como sea.

—Vamos —dijo él, estirando sus brazos expectantes. Cuando ella dudó, él meneó los dedos—. Sabes que quieres.

—Sólo por esta noche —aclaró ella.

Él asintió rápidamente.

—Sólo por esta noche. Ahora, vamos, estoy gruñón.

—No lo he notado —dijo secamente, pero hizo lo que le pidió. Ella estaba demasiado cansada para hacer otra cosa en ese momento.

No tomó demasiado tiempo que el latido del corazón de Nash la arrullara en un sueño profundo y tranquilo.

Compañero de Banco - Nash Grier. FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora