Introducción

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La luna encontró a su amor prohibido.

Luna y Lowell solían encontrarse cada luna llena en la que se entregaban al amor y pasión que sentían el uno por el otro, eran felices.

— ¿Te veré la siguiente luna, Luna? –cuestiono el hombre, el brillo en sus ojos rojos dejaba ver que intentaba mantener el control sobre su lado animal.

— No tienes que preguntar eso, sabes que siempre estaré aquí para ti, te amo.

Lowell vivía en una pequeña aldea en donde todos eran amables, nunca había problemas y no había peligros cercas.

— ¿Te viste de nuevo con esa mujer misteriosa? – le cuestionó su mejor amigo.

— Ya te dije que Luna es una buena persona –contesto con simpleza.

— Una buena persona no esconde su origen, no sabes casi nada de ella y en cambio, ella sabe todo de ti.

Lowell no escuchaba a su amigo, estaba tan enamorado.

— Estoy embarazada –le había dicho en una ocasión.

Lowell había llegado entusiasmo a su cabaña donde no dudo en compartirle la noticia a su familia, su manada.

— ¿Estás seguro que es tuyo? –habia preguntado su prima sin siquiera pensar que pudiera ocasionar esa simple pregunta.

Los tiempos siempre fueron duros para Luna y sus hijos.

— Vamos niña, ¡puja!

La joven mujer estaba sudorosa y exhausta, sabía que meterse con uno de sus seguidores sería peligroso para ella, pero por amor uno hacía locuras.

Lowell al igual que su manada habían nación como lobos, pero Luna les dió una oportunidad de vivir como humanos, dejando un poco dormida la parte animal y dándoles forma humanoide, permitiéndoles solo llegar a una media transformación cuando la luna llena llegará.

— Ya veo su cabecita, solo un poco más, tu puedes, niña.

Luna pujó con todas sus fuerzas, pero sabía que su lucha no terminaba ahí.

El hombre saco al bebé y el llanto no tardó en escucharse al igual que las quejas de la mujer que volvía a tener contracciones.

El fruto de ese amor que no tenia futuro, resultó en dos bebés, un lindo bebé y una linda niña.

— Creo que Diana y Asher merecen una vida fuera de este lugar, merecen crecer y enamorarse.

Luna solo miro a una de sus amigas, la constelación Iris era todo amor y dulzura.

— Vivir en la tierra con esos desconsiderados no es una opción para mis hijos.

Iris solo nego resignada.

— ¿Y que harás?, ya mataste a todos aquellos que mataron a ese lobo.

Luna sonrió con malicia e Iris solo retrocedió y se marchó.

Alpha Celestial || Thiam [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora