𝗱𝗼𝗻'𝘁 𝗴𝗼.

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Era un capullo.

Él —y todo lo que dejaba por señal, en medio de cada paso. Entonces, la culpabilidad desapareció, porque al final, si es que se trataba de eso, MinHo era un poco soberbio.

Quizás no se trataba de un término acertado, pero ello no desvanecía la verdad: hasta el momento y cuando llegó a la empresa, ha sido una persona libre, ¿cual era entonces el problema?

Que el interés propio era su peor enemigo.

La persona tal y como es —libre—, se había extendido de sobremanera.

Pero estaba seguro de dos cosas: La primera; amaba a SeungMin por encima de las cosas y lo seguro de ello era poder admitirlo y, la segunda, el momento perfecto nunca llegaría como tal; porque entonces, en un instante todo se volvió tardío y tosco, y ese momento perfecto marcharía con él a lado.

𝑝𝑟𝑒𝑡𝑡𝑦𝐛𝐚𝐛𝐲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora