Sus ojos a veces eran oscuros, a veces me miraba y otras no sabía que yo estaba ahí. Tan distintos y parecidos. No logre entender cómo no lo descubrí antes, estaban a plena vista las señales y no les presté atención. Todo lo asocie a cambios de humo...
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Ya se realizó la cirugía de este día. Ayer conversamos un poco antes de cada quién irse a su habitación a descansar y hoy nos levantamos temprano para preparar todo. Afortunadamente el paciente salió perfecto de la operación.
No tuve ningún inconveniente me sentí como en casa, Danna tenía razón todos los quirófanos son iguales. Aún estábamos aquí limpiando y recogiendo las cosas. Está mañana aproveche para hablar y enviarme mensajes con Nasra y Naila. La última está un poco descontenta porque no tendrá su paseo en moto, pero se le pasará.
Escucho ruidos afuera y personas discutiendo. Me dirijo al pasillo para ver qué pasa y veo a hombres armados. Traen un hombre en una camilla, este sangra del abdomen. Tienen los ojos abiertos y nos mira sosteniendo su abdomen. Uno de los hombres me arrastra con los demás médicos que están aislados en una sala.
—Ya que estamos todos aquí diré lo que quiero. Quiero que salven a mi jefe — dice apuntándonos — Quiero a los mejores.
Nadie dice nada, todos estamos paralizados y hay una enfermera llorando descontrolada como si fuese el fin del mundo.
—¡Quieren que le dispare a alguien para que hagan su trabajo! — grita apuntándole a la enfermera.
Todos nos ponemos alrededor del hombre, revisan sus signos vitales, lo llevan a una habitación para conectarle todos los aparatos y hacer la revisiones necesarias para saber dónde está alojada la bala y poder realizar la cirugía para sacarla.
Se confirma que ningún órgano está afectado, pero tiene una hemorragia intensa y a perdido mucha sangre. Le ponen una transfusión y lo llevan al área de cirugía para extraerle la bala. Los hombres nos persiguen a todos lados, con amenazas y sus armas apuntandonos, al parecer secuestraron el hospital. Tengo que ser valiente para lo que haré a continuación.
—No pueden pasar — los detengo y mis compañeros me miran como si estuviese loca.
—Quieres que te dispare, niña estupida — declara uno de los hombres apuntándome con su pistola.
Tarik me quita y se pone delante. Me quedo mirándolo asombrada por su acción y procedo a hablar para que no suceda nada malo.
—El quirófano debe estar limpio al momento de la operación o su jefe podría contraer una infección y morir — le aclaro al hombre.
—Estas diciendo que estamos sucios — intenta acercarse, pero uno de los tipos que creo es el segundo al mando lo detiene.
Que idiota...
—Ella tiene razón, vamos déjalos hacer su trabajo — lo empuja para que se aleje — Ellos saben que si le pasa algo, no saldrán vivos de aquí.
Se siente el aire pesado cuando dice esas palabras. Sin más que hacer nos ponemos manos a la obra con nuestro paciente terrorista. Con suerte está estable y procedemos a realizar la cirugía. Lo bueno es que la bala no toco nada importante y se puede sacar de manera rápida y fácil.
