Sweet or Trick or Duty?👑

P A R T E III

Corriendo por los pasillos del castillo, el príncipe Park Jimin contemplaba fascinado como el largo cabello del capitán Min se agitaba mientras seguía sosteniendo con fuerza su mano, sin ningún indicio de querer soltarlo.

Cuando finalmente salieron al jardín real, Jimin jaló de la mano de Yoongi y luego lo empujó ocultándolo entre unas grandes paredes de arbustos densos, presionando su cuerpo contra el suyo.

—Shh... —pronunció y observó a su costado, esperando.

Pronto, dos guardias armados caminaron haciendo la usual ronda de vigilancia.

—¿Qué haces? —preguntó cuando sintió que su corona era sacada de su cabeza.

—Esta noche eres solo Jimin, mi Jimin —le recordó y el corazón del príncipe se agitó con aquellas palabras.

—No podemos simplemente dejarla aquí, pensarán que algo me ha pasado y comenzarán a buscarme —pronunció.

—Y obviamente no queremos eso —respondió agachándose y metiendo la corona entre lo más profundo de los arbustos—. Asunto resuelto —pronunció con simpleza.

Jimin rió sin poder evitarlo y volvió a tomar la mano de Yoongi para seguir corriendo, alejándose del castillo, sus padres, su prometido y las responsabilidades.

"Solo por una noche" pronunció en su mente mientras seguía corriendo.

—¿A dónde vamos? —preguntó cuando su espalda fue presionada contra el suelo en un movimiento ágil y suave.

Posicionándose sobre él, Yoongi los oculto bajo una banca y esperó a que otro par de guardias pasara mientras se observaban fijamente el uno al otro.

—Ahora, dónde queda el misterio si te lo digo —respondió levantándose y levantando el delgado cuerpo junto a el—. Aunque tal vez ya lo conozcas —pronunció antes de seguir con su camino.

El corazón de Jimin se agitaba violentamente con excitación a medida que se alejaban más, pero un poco de incertidumbre comenzó a acompañarle cuando pasaron los límites del jardín real y se detuvieron frente una pared verdosa llena de hojas.

—¿Min? —pronunció.

Con una sonrisa, Yoongi metió su mano y como su fuera una cortina, la corrió revelando un oscuro pasaje en bajada.

—Solo por una noche —le recordó el capitán Min estirando su mano hacia él.

Tragando saliva, el príncipe Jimin respiro profundamente y asintió con su cabeza, seguro.

Algo se agitó con violencia dentro de Yoongi cuando su dulce príncipe depósito su delicada mano sobre la suya y apretó confiando en él.

Sonriendo más de lo que había hecho en sus 25 años, Min Yoongi comenzó a liderar el camino.

—Ten cuidado donde pisas, dulces ojos —advirtió entre la oscuridad—. Está algo resbaloso.

—¿Cómo puedes ver tan bien? —preguntó Jimin, chocando contra el gran y fuerte cuerpo del capitán cuando piso mal una piedra.

—Navegar en la oscuridad y en plena tormenta te enseña unos cuantos trucos —respondió rodeando con su brazo la cintura de su príncipe, tirando de él más cerca de su cuerpo.

Dios, el dulce príncipe se amoldaba tan bien entre sus brazos que era reconfortante.

—Eso suena emocionante —comentó el castaño y solo había sinceridad pura en su tono, junto al anhelo.