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Eran las 21:54 cuando Akumane había regresado algo agitado.

-"Ella ya está durmiendo?"

Fukunaga asintió ante su pregunta, Akumane suspiró con cansancio.

-"Me gustaría verla pero ella tiene el sueño muy ligero... No quiero molestarla, necesita descansar bien"

Dijo mientras caminaba a la cocina y sacaba algunas cosas de la nevera para hacerse un sándwich.

-"No me quedaré mucho, comeré algo rápido y me tengo que volver a ir, volveré mañana a las 17"

-"Si que está ocupado"

-"Si... Va a ser así por unos días, es que también tengo un edificio con departamentos y esta siendo un caos todo"

-"Un restaurante y un edificio es mucho trabajo para una sola persona"

-"Je... Si, pero antes no estaba sólo... Oh! Mira la hora! Ya debo irme!"

Dijo rápidamente mientras daba grandes mordiscos a lo que quedaba del sándwich mientras se volvía a ir.

Fukunaga suspiró y se retiró para ir a acostarse al cuarto donde iba a quedarse durante el periodo en que se quedaría cuidándote.

Cuando recostó su cabeza en la almohada escuchó suaves golpes en la pared a su lado.

Se quedó unos segundos en silencio para corroborar si había oído bien, y los golpes volvieron a sonar en la pared.

Se levantó y fue a tu cuarto que era de donde provenían los golpes.

Abrió la puerta y te miró como estabas acostada en la cama mientras tenias los nudillos rozando la pared.

-"Qué pasa?" él preguntó mirándote

-"Bebemos algo y comemos algo dulce?" dijiste con una sonrisa

Él rió levemente e hizo una seña indicandote que salgas del cuarto.

Bajaron a la cocina y él preparó chocolate caliente con el chocolate que había sobrado de hoy, junto con unos pancakes esponjosos que preparó.

Fukunaga le agradaba la sonrisa en tu rostro cuando él cumplía tus caprichos y cuando hablaban.

-"Si mi papá se entera se va a enojar mucho" soltaste una pequeña risilla antes de seguir hablando "Ojalá no se entere... Se pondría mal y no podría verte más" alzaste la mirada y volviste a sonreír mostrando tus dientes " Me caes muy bien"

-"Ah sí?"

-"Si! Por qué pensaste primero en mi felicidad antes de que en seguir las reglas"

Tus palabras habían sorprendido a Fukunaga, le pareció increíble como habías sacado esa conclusión, que de todas formas era verdad.

Diste un suspiro satisfecho cuando acabaste tu chocolate caliente.

-"Bueno, creo que es momento de regresar a la cama"

-"Solo querías eso?"

-"Si! Me ayuda a dormir comer algo dulce, además me gustan los dulces"

Una de las reglas es no darle demasiados dulces.

Pensó Fukunaga.

Se levantó y llevó las cosas para lavar para luego volver al cuarto.

-"Buenas noches Fukunaga"

Él asintió con una sonrisa ante el saludo antes de regresar a su cuarto.

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-"No tenías que acompañarme"

-"Pero yo quería"

Dijiste con una sonrisa ocultando levemente tu rostro entre la capucha que tenias puesto.

Estabas acompañando a Fukunaga a su anterior departamento para ir a buscar sus cosas.

Mirabas a todos lados cada segundo con una sonrisa en sus labios.

Fukunaga ya había avisado que iba a dejar el departamento, iba a devolver la llave ese mismo día cuando retire todas sus cosas. Llegaron y subieron al piso, abrieron la puerta y entraron.

Era un departamento pequeño, de dos ambientes.

-"Hay una caja en la cocina, puedes guardar lo que haya allí?"

Él te preguntó y tu asentiste, así se separaron, Fukunaga fue a su cuarto y tú a la cocina.

No había demasiada cosas, era todo lo necesario para una sola persona.

Levantaste la caja la cual no pesaba casi nada y la apoyaste un momento en la mesada que había allí.

-"Fukunaga ya estas listo?"

Él salió del cuarto con otra caja y una mochila en su espalda, asintió cuando te vió e hizo una seña con la cabeza para indicar que iban a salir. Tomaste de nuevo la caja y saliste del departamento junto con él, en la entrada del edificio debieron detenerse un momento ya que Fukunaga debía devolver las llaves.

-"Tenias muy pocas cosas" comentaste

-"La mayoría está en casa de mis padres"

Siguieron caminando y tomaron un bus para llegar más rápido de nuevo a tu hogar. Mientras estuvieron en el mismo tu te quedaste mirando por la ventanilla, hasta que llegaron a su destino.

-"Si que observas mucho" dijo él mientras entraban a tu hogar

-"Me gusta, así puedo recordar bien las cosas por si no llego a verlas de nuevo por un tiempo"

Tu lo seguiste dentro y dejaste la caja sobre la mesa del comedor para buscar un espacio donde guardarla, ya que no la iba a necesitar, por mientras Fukunaga fue al cuarto en que se quedaba a acomodar su ropa en el placar que había en el mismo.

-"Podemos cenar takoyaki hoy?" preguntaste una vez Fukunaga había regresado contigo

-"Claro"

-"Me enseñarás cómo se preparan?"

Él asintió y tu sonreíste, sabías que no ibas a poder cocinar esa noche con él ya que tu padre iba a estar presente, y Akumane no permitiría que su hija haga eso.

Sabías que dentro de poco él regresaría, así que te dirigiste a tu cuarto, mientras que Fukunaga se quedó en el comedor.

Y en menos de 15 minutos el señor Akumane había llegado, entrando con cansancio pero sin quitar su sonrisa amable.

-"Bienvenido" dijo Fukunaga

Akumane rió levemente y saludó al muchacho antes de subir las escaleras para ir a saludarte a ti también.

Una vez lo hizo regresó al comedor y tomó asiento.

-"Su hija que tiene?" Fukunaga decidió preguntar.

Esa pregunta venía dando vueltas en su cabeza desde ayer, por qué ese hombre era tan sobreprotector contigo si parecía que estabas en muy buen estado.

-"Es algo complicado para mi de explicar..."

Dijo en un suspiro y apretó levemente su entrecejo entre sus manos, se notaba tenso.

-"No es necesario que me diga nada"

El joven respondió con rapidez para evitar que siga en ese estado, el hombre sonrió a manera de agradecimiento.

Sería más difícil para él entender ,el por qué de esa situación, de lo que pensaba.

Libre - Fukunaga x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora