la verdad

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Lucia

Llegamos a Francia en menos de lo que imaginaba, nunca pensé que nos demoraríamos tan poco tiempo.

Analicé cada cámara de seguridad de la entrada y vi que todo estaba en orden.

-Muy bien, podemos entrar – exclamó Ryder, levantando sus maletas.

Entré lentamente para poder reaccionar ante cualquier amenaza, no había ninguna.

Acomodé el equipaje de mano en el sofá y enseguida lo recogieron las amas de llaves.

-Sean bienvenidos- dijeron al unísono.

-Muchas gracias – exclamé con cortesía.

Subí las escaleras y guardé el dinero en la caja fuerte que estaba detrás del cuadro del pasillo.

Entré a mi habitación y me despojé de la ropa que traía puesta, segundos después, me introduje en la tina.

La esencia de vainilla inundaba mis fosas nasales, relajaba cada musculo que tenía, me hacía creer que existía paz en mi vida.

Empecé a recordar los momentos felices que tenía con mi familia. Los días de campo, los viajes, los almuerzos, aquellos momentos donde nos partíamos de la risa por cualquier babosada que dijéramos. Y luego, todos esos recuerdos se fueron desvaneciendo junto a todas mis esperanzas de poder ser feliz... sin ellos.

Abrí los ojos ligeramente y vi la hora.

-Voy a llegar tarde a la cena- Salí de la bañera y caminé hacia el vestidor.

-¡¡Lucia!! Ya está lista la cena…- Ryder estaba en mi cama acostado y yo estaba desnuda. Debo cambiar esa costumbre –L-L-Lucia…

-R-Ryder sal de mi habitación

-No creo que eso suceda

Ryder me puso contra la pared y quedamos frente a frente

-Lucia, yo

-R-Ryder, estoy desnuda, tengo frio y d-debo cambiarme

-no lo creo preciosa

Ryder acercó su rostro al mío y sus finos labios rozaron los míos de manera sutil, pero sin dejar a un lado la sensación electrificante que me causaba ese simple roce.

-Señora Evans – volví mi rostro hacia la puerta donde estaba Jenny –d-disculpe

Miré a Ryder y el solo sonrió inocentemente.

-Esto no se acaba aquí

-Sigue soñando

-Eso hago todas las noches desde que te conocí

-Mentiroso – soltó una sonora carcajada y salió.

Me coloqué unos shorts rojos y una blusa blanca. Bajé las escaleras rápidamente y me senté en la mesa del comedor junto a Ryder.

-¿Qué noticias me tienes? – Jenny me extendió una carpeta con la información de algunos asesinos, a los cuales habían atrapado. -¿Qué debo hacer con esto Jenny?

-Permítame explicarle- Jenny extendió una pantalla, en ella había un informe policial, donde hablaban de las actividades criminales de aquellos que estaban en la carpeta- Nos hemos tomado la libertad, de investigar los asesinos de sus familias, nuestras investigaciones lanzaron a cinco sospechosos que fueron vistos en la escena del crimen. También investigamos sobre las armas con las cuales fueron torturadas y asesinadas cruelmente.

-¿Qué más han averiguado? – preguntó Ryder con una mirada severa.

-Nada más señor, lo sentimos

-No se preocupen, nosotros nos encargaremos del resto

Me levanté de la silla y revisé al primer sospechoso.

-Empaca tus cosas Ryder, nos vamos a Italia

En algún lugar del mundo

-No están muy cerca – exclamó un joven de más o menos unos 22 años

-Solo debemos esperar, no desesperes querido – dijo una mujer entre los 30 y 35 –simplemente hay que esperar, ten paciencia.

 

Nueva vida después del coma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora