SUEÑOS

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Me duele moverme, siento un gran peso en mi costado. Me remuevo lentamente y abro mis ojos.

-¿h-hija?- su voz su dulce voz. Fijé mi vista en la mujer de cabello castaño y ojos miel

-¿mamá?- esto no puede estar pasando, e-ella estaba muerta.

-si mi amor, ¿Cómo te sientes? – su mano derecha se posó en mi cachete izquierdo.

-ma...mi- las lágrimas salieron y yo me abalancé a abrazarla como pude, la abracé fuertemente.

Sin embargo...su cuerpo se desplomó.

-mamá- exclamé sacudiendo su cuerpo inerte.- ¡mamá!- la volví a sacudir, la puerta se abrió violentamente. Volví mi vista aun con el cuerpo de mi madre entre mis brazos y allí estaban ellos, los bastardos que me trajeron a este mundo.

-nos volvemos a encontrar niña – dijo Judith- no te esfuerces en zarandearla, lo único que harás es que se manché aún más la habitación. George, deja a los cerdos aquí.- el hombre tan repulsivo como lo recordaba, tiró el cuerpo de mi hermano y de mi padre que aún seguía con vida.

-¿ahora si puedo hacer lo que había estado esperando Judith?- ¿a qué se refiere? El hombre se bajó los pantalones y se acercó a mí- te prometo que no te dolerá, seré igual de gentil como lo fui con tu madre y hermano- una sonrisa se ensanchaba en su rostro y yo solo podía retroceder hasta el cabezote de la camilla.

-d-déjame en paz George- exclamé como pude

-yo soy tu padre maldita perra, ahora, solo ábrete de piernas para papá.

Lo miraba con mis ojos a punto de salirse de las orbitas, esto no puede estar pasándome a mí.

<Lucia> ¿Qué?

< ¡Mierda lucia!>

Abrí mis ojos lentamente.

-¿estás bien? ¿Qué te sucedió? Necesito que respires.

-y-yo...- lagrimas rodaron por mis mejillas y las ganas irrevocables de abrazar a Ryder me inundaron.- soñé con ellos y mis padres – exclamé entre sollozos.

-¿a qué te refieres?- lo miré a sus hermosos ojos azules.

-soñé con mis padres biológicos y mis padres adoptivos.

-o sea que mi sueño....

- ¿a qué te refieres? - ¿Ryder soñó conmigo?

-o...olvídalo – un leve rubor subió a sus mejillas y no pude evitar sonreír.

-¿soñaste conmigo? – El solo apartaba la vista de mi- dime Ryder.

-¿si te digo que si me dejaras en paz? – ahora sus ojos se posaron en los míos.

-no lo creo.

-si soñé contigo- suspiró- pero no las cochinadas que tú te estas imaginando...- iba a agregar algo, pero no soporté no besarlo. Temo que me he enamorado irrevocablemente de Ryder.

Desabroché mi cinturón y el de él. Agarré el cuello de su camisa sin separar nuestros labios y caminamos hacia el baño, el cual es considerablemente grande, no muy grande, pero si suficiente.

Tropezamos un or de veces en el camino y entramos al baño.

Nadie nos iba a molestar, quien iba a creer que íbamos a tener sexo en un baño de un avión.

Empecé a quitar su camisa y el mi blusa, la lanzamos hacia el lavamanos. Sus manos agarraron mis piernas, me alzó y me puso contra la pared, aprisionándome entre sus brazos.

-Ryder- exclamé en un gemido.

-n-no digas mi nombre de esa manera si quieres que me controle. – exclamó hundiendo su cabeza en mis pechos.

-¿Quién te ha dicho que quiero que lo hagas? – sus ojos brillaron y sus labios se juntaron con los míos. Comencé con desabrochar su pantalón y el mío, quería hacerlo.

Pegó aún más su cuerpo y se deshizo de ambas prendas inferiores. Su entrepierna se juntó con la mía haciéndonos gemir.

-m-mierda Lucia, si no me detienes ahora...y-yo – lo besé y me empecé a mover como pude para provocarlo aún más.

-hazlo – dije en sus labios.

Hizo pedazos mi ropa interior y la suya, debo admitir que es excitante.

Rozaba su pene en mi vagina, era la tortura más deliciosa que he podido experimentar en todo este largo tiempo. Él lo disfrutaba, ver cómo me estremecía con cada roce de su miembro.

-l-lo vas a hacer o no.

-solo dime que ya no tienes alcohol en tu sistema- sonreí y el igual, lentamente se fue introduciendo, haciendo que con cada centímetro que entraba el dolor y la excitación se hicieran responsables de mi cordura.

-R-Ryder – exclamé cuando se terminó de introducir por completo

-¿te lastimé? – preguntó cómo pudo.

-no- mentí, sí que dolía, pero era algo que me encantaba.

Empezó a moverse, cada penetración era indescriptible, una ráfaga de sensaciones se apoderaban de mi cuerpo.

Su movimiento de caderas era algo que...Dios... es demasiado.

Sus manos me agarraban fuertemente mis muslos y sus labios buscaban los míos, pero primero dejo una pequeña y levemente dolorosa marca en mi cuello

-soy tuyo – mi corazón se aceleró, no pude evitarlo. Él era mío y yo era suya.

-s-soy tuya – exclamé en un gemido.

-m-mierda- se había erizado por completo, nosotros ya no teníamos control.

Ryder me bajó y me puso contra el lavamanos y ahí fue conde me penetró por atrás. Se sentía completamente diferente.

-R-Ryder

-L-Lucia- sentí como algo extrañamente placentero venia y un gemido descontrolado brotó de nuestros labios. Un líquido caliente me llenó por completo, se sentía fabuloso.

Ryder se dejó caer en mi espalda y se acercó a mi oído.

-te quiero y sé que tú también lo haces- sonreí y me voltee para darle un beso.

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Nueva vida después del coma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora