Un joven pintor contratado por la familia Coffanie para pintar a la nueva joven esposa de el rey Luka, durante su estadía da por accidente con una pintura extraña, cada noche exactamente a las 12 desaparece de aquel retrato.
La pregunta es:
-¿Qué pa...
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Adrien se encontraba encantado ante tan bella imagen que tenía enfrente, definitivamente lo atrapó por completo. El placer que sentía por ver aquella pintura era tan complejo de describir que solamente lograba admirarlo de manera anhelante.
-si tan solo pudiera dibujar igual-pensó el chico que admiraba dicho retrato-tan espectacular- apretó con fuerza la bolsa que cargaba.
Desvió la mirada cuando el mayordomo paso a su costado y golpeo suavemente su hombro derecho.
-Esto no debería estar aquí-comento el mayordomo con un tono levemente alterado, cuando estaba a punto de tomarlo y llevarlo consigo lejos de aquella habitación, el chico lo detuvo.
-No entiendo porque debe llevarse tan bella pintura-pregunto con cierto nivel de interrogación hacia el joven mayordomo de la familia Couffanie.
El chico de lentes trago saliva de manera rápida, observo a ambos lados y fue a cerrar la puerta de la entrada para que nada saliera de la habitación, si esto sucedía, su vida correría peligro.
-Joven Agreste...-suspiro de manera pausada-por nada del mundo le mencioné al joven Luka que vio el retrato-dijo en un tono nervioso, trasudaba del terror que sentía al imaginar la reacción de Luka al enterarse que alguien vio esa pintura.
- ¿Retrato?... -eso extraño de alguna forma al pelirrubio, más sin en cambio solo asintió con la mirada y admiro como el chico relajaba los músculos lentamente, salió de la habitación junto con la pintura.
Por su parte Adrien comenzó a ordenar su equipaje en la habitación que le asignaron y en la cual llevaría a cabo la pintura que se le solicitó; saco sus pinceles y los puso a remojar en agua, después saco el lienzo en el que pintaría la nueva pintura junto con el caballete portátil que su padre le regalo hace un año, el cual armo y acomodo. Saco sus trapitos limpiadores de pintura que uso tiempo atrás para algunas bellas pinturas que creo. Saco sus diferentes pinturas, estas contenían texturas y tonalidades diferentes, algunas eran extravagantes...tanto que era raro encontrar alguna.
Adrien seguía en su mundo acomodando de manera perfecta y pulcra sus utensilios que usaría para llevar a cabo su tarea del día.
Por su parte Kagami observaba desde a fuera como el chico se encontraba listo para pintar la pintura que se utilizaría el día de su boda y en la que ella seria la protagonista de una novela romántica, realmente le gustaba mucho la idea, pero...aun así había algo que la inquietaba mucho... ¿Dónde estaba Marinette?, lo último que supo de ella es que quería huir de su boda con el chico que ahora ella se casaría.
Si ella realmente escapo, esperaba que se encontrara bien, le preocupaba porque no solo era su única amiga también era la única familia que tenía. Después de la muerte de su madre, lo único que le quedaba era su prima que de alguna forma con el pasar del tiempo se volvió su hermana.
