El Retrato de Marinette 『ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ』

III

-Mi nombre es Marinette-

Adrien observaba a la figura femenina que tenía enfrente, sus ojos estaban a punto de salirse de sus ojos por la sorpresa que sentía-No comprendo, ¿por qué quieren matarte? -pregunto consternado el chico.

-Puedes verme-murmuro la chica entre sollozos cada vez más fuertes, hasta que de repente paro- ¡corre, tienes que irte o ellos también te mataran! -exclamo entre alaridos la joven peliazul, desapareciendo al ritmo de los rayos de la lluvia que anunciaban la próxima tormenta que se desataría.

El pintor solo parpadeo un poco y si no fuera porque vio al mayordomo que conoció en la mañana, parado en la puerta de la cocina con los ojos igual de abiertos como él hace unos segundos, simplemente hubiera creído que fue una alucinación.

-Joven Agreste, tenemos que hablar-menciono serio el mayordomo del lugar.

El pelirrubio atino a asentir con la cabeza y a seguir al mayordomo hacia la cocina, donde se encontraba el resto de la servidumbre; frente a sus ojos observo a una chica de cabello castaño y una peli rosa. Las personas dentro de este lugar se vieron entre ellos para después posar su mirada en el chico que tenían enfrente, el los observo expectante a que dijeran algo. Sin embargo, pasaron cinco minutos y nadie comentaba nada.

- ¡Carajo!, ¡Digan algo! -exclamo ya molesto el chico, los demás al verlo tan exaltado y gritando le indicaron con sus manos que bajara el volumen de voz- ¡No pienso callarme! ¡díganme qu-fue interrumpido por la mano de la chica de cabello rosa que lo hizo callar.

-Cierra la boca-susurro en un tono bajo la chica-imbécil, ¡qué no ves que si gritas solo provocaras que nos descubran! -grito en un tono bajo a manera de reprimenda.

-Nosotros vimos lo mismo que tú, pero hace dos año-comento la chica castaña- esa "persona" que viste, es el fantasma de la hija de los Dupain-Cheng-comenzó a relatar, sacando un cuaderno donde anotaba cosas.

- ¡Alya, te dije que no escribieras nada, no podemos dejar evidencias! -reclamo molesto Nino.

-Entonces como demonios planeas que lo confirmemos, señor cuatro-ojos-dijo sarcástica la chica, cruzo los brazos mientras juzgaba con la mirada al chico.

- ¡Paren ya su bendita pelea de pareja! -suspiro frustrada la chica, soltando en ese proceso al chico que solo escuchaba discutir a ese par.

-No...no entiendo, ¿qué pasa en este lugar? -soltó el chico, miro a un punto fijo, sus recuerdos lo estaban abrumando.

-Adrien, ¿siempre vas a estar al lado de mamá, verdad? -murmuro una mujer que acariciaba con cariño los cabellos rubios de su hijo, mostrándole una pintura hermosa.

-No, detente-susurro el chico.

- ¡Entiende no puedes tener al niño bajo tu cuidado estás enferma, está es la segunda vez que lo haces! -exclamo furioso el hombre.

-Gabriel, por favor es mi niño, no puedes alejarme de él-refuto la mujer.

- ¿Alejarte de él? -soltó una risa ahogada- ¡Emilie intentaste matarlo! -le recrimino colérico.

- ¡Paren! -exclamo el chico entre sollozos-ese recuerdo, se sintió tan real-pensaba el chico con lágrimas entre los ojos.

Los jóvenes al ver como el chico se rompió en cuestión de segundos se acercaron a auxiliarlo, dejando su pelea a un lado, pasaron unos minutos para que Adrien se recuperara este al ver lo que le sucedió prefirió callarse y no decir nada, le incomodaba ese tema.

Nino carraspeo para llamar la atención de todos- Escucha Agreste, lo que viste es el espíritu de la joven heredera-comenzó a relatar-hace dos años nos sucedió algo similar, la única diferencia es que la heredera jamás hablo con nosotros-menciono un tanto preocupado-no le dimos importancia, hasta que un día vimos al joven Luka quemar...parte de su ropa en la chimenea-hizo una pusa para observar a su novia quien le mostro a Adrien un pedazo de la tela que estaba quemada-esa misma noche, volvimos a verla...solo que tenía heridas-comento alarmando al joven.

-Lo sabemos, como es posible que un fantasma pueda quemarse-sonrió de manera empática y melancólica al ver el rostro del chico-en ese momento no creíamos que lo fuera, así que me acerque muy preocupada al verla...pero cuando intente tocarla-la voz se le quebrársele-mi mano la atravesó, ella estaba igual de sorprendida, grito muy fuerte...tanto que el joven Luka la escucho-se desabotono una manga de su blusa, mostrando una quemadura de látigo-él...logro verla y al notar que yo también lo hacía parecía otra persona...una más agresiva, creo un látigo de fuego con una runa mágica intento golpear a la chica pero instintivamente me metí y bueno este fue el resultado-finalizo de relatar la chica.

-Desde ese momento la chica viene a visitarnos para cenar, solo se para en la esquina y nos ve fijamente-hablo la peli rosa.

-Queremos encontrar pruebas de todo esto y ver si procede en la corte, será algo difícil, pero queremos refundirlo en la cárcel, Alya no ha sido la primera que golpea-argumento Nino con los puños apretados.

-No, entiendo ¿qué tengo que ver yo en todo esto? -interrogo confundido.

-Bueno, no se si podamos usar un fantasma en su contra, pero si logras sacarle información de donde esta su cuerpo y si lo examinamos, podamos encontrar pruebas en su contra -sonrió la chica peli rosa.

-Esperen, tiempo fuera ¿cómo que no saben donde esta su cuerpo? -pregunto sorprendido.

-Nadie sabe donde se encuentra realmente, la familia Couffanie logró ocultarlo bien, solo hay una cripta con su nombre, pero no hay cuerpo dentro de la tumba-aseguro la chica de hebras rosas.

-Acaso ustedes... ¡Profanaron una tumba! -exclamo sorprendido por lo que hicieron.

- ¡Alix! -gritaron los tres al mismo tiempo-él no tenía porque saberlo-refunfuñaron al mismo tiempo.

Alix solo encogió los hombros.

- ¿Entiendo que quieres mandarlo a la cárcel, por el daño que te hizo...pero no creen que profanar una tumba es demasiado? -pregunto un tanto asustado el chico.

-Adrien, la chica refleja tristeza y dolor en sus ojos, ella está sufriendo demasiado-respondió Alya con una mirada vacía- tal vez si encontramos su cuerpo y acusamos a Luka, ella pueda descansar en paz-complemento con una enorme sonrisa.

-Vale, ya comprendo-sonrió el chico hacia ellos, por naturaleza el chico era muy noble.

-Pero a todo esto, ¿cómo se llama? -interrogo Adrien pensativo.

-Mi nombre es Marinette-contesto detrás de el la voz suave y cálida de una chica, quien provoco escalofríos en los presentes.

Continuará...

meilinlin12