Un Gol Por Tu Amor | Misaki y Tú - Captain Tsubasa

Cuatro

Yo me encontraba en la posición de la defensa central. Le había reclamado un poco al señor Hongo por mi posición, pienso que puedo contribuir más al equipo si me dedico al ataque como Tsubasa, que se posicionaba como mediocampista, pero al final me envió para que fuera defensa.

No me molestaba del todo, había jugado como defensa antes y no era del todo difícil para mi, pero me gusta muchísimo más ir a la ofensiva.

"¡Atención! ¡Comienza el partido de entrenamiento entre el equipo Nishigaoka y la escuela del Nankatsu! ¡Tiempo: 20 minutos! ¡El equipo Nishigaoka dará el saque inicial!" Informó el árbitro que no se de donde salió o quien lo llamó, pero agradecía su presencia para un juego más serio.

Después de aquellas palabras, sonó el silbato y puse toda mi atención en el juego. Los del Nishigaoka, más específicamente un dúo conformado por Urabe y otro niño de su equipo corrían en nuestra dirección con velocidad y dominando el balón. Mi mirada estaba fija en el que dominaba el balón, Urabe, no podía permitir que ese balón se acercara a la portería.

"¡ESCUCHEN! ¡ESTÁ VEZ ANOTAREMOS MÁS DE 30 GOLES, NO SE DISTRAIGAN!" Exclamó el de la cicatriz retomando su camino a nuestro lado del campo.

"Tch" Emití un sonido de irritación ante sus confiadas palabras.

Ishizaki se barrió contra Urabe, pero este lo evitó con facilidad haciendo un básico pase y se rió en su cara, burlándose de su patética barrida. Tan confiado era que se detuvo frente a Ishizaki solo para burlarse de él.

No me cae para nada bien.

Seguían haciendo unos cuantos pases y toda mi atención se encontraba en el balón, sabía que no me tendría que preocupar tanto si mi hermano estaba más adelante, pero de igual manera no podía bajar mi guardia.

"¡ESCÚCHENME! ¡NO DEJEN QUE ANOTEN!" Ordenó el mono y yo sonreí.

"No tienes que decirlo dos veces" Respondí, sabiendo que él no me escucharía de todas maneras.

Seguían pasando cada uno de nuestros jugadores, estos no se movían y yo no sabía bien la razón. Tal vez miedo, o nervios, o probablemente ambos. Ahora me pregunto que harían si yo no estoy ahí para salvarlos, tendrían que ser capaces de hacer un movimiento por si mismos sin depender de Tsubasa o de mi para la victoria.

Bien. Ya lo decidí. Solo si es completamente necesario, me moveré. Esto será interesante.

Uno de nuestro equipo se había barrido contra Urabe en un intento de robarle el balón, pero este lo burló con facilidad. Demasiada, si me preguntan a mi.

"¡PREPÁRENSE PARA RECIBIR EL PRIMER GOL! ¡SOY INFALIBLE, NADIE PUEDE DETENER MI ATAQUE, SOLO MIREN!" Exclamó el de la cicatriz con egocentrismo, pero sonreí con confianza al ver a mi veloz hermano acercarse a él, pasando justo a su lado.

El muy tonto siguió corriendo como si hubiera un balón en sus pies, aún sin darse cuenta de que se lo habían robado. Que patético, y se llama a si mismo infalible.

"¡¿Pero qué?!" Exclamó de nuevo en incredulidad al darse cuenta y yo me reí de manera burlona.

Nuestro equipo alentaba a Tsubasa y gritaba con euforia al ver el tan perfecto movimiento de mi hermano.

"¡Así es! ¡Muy bien, adelante! ¿Huh?" Se cuestionó Ishizaki al ver que mi hermano había tomado camino a nuestra portería en vez de la del equipo contrario.

Pero que presumido.

Sonreí ante lo que sabía que haría, solo darles su merecido al engreído equipo de fútbol del Nishigaoka.