Tres

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Hongo hacia el balón rebotar sobre la superficie de su pie con una sonrisa calmada en su rostro y se alejó de nosotros para posicionarse frente a la portería, fuera del área grande.

"¿Y ahora que piensa hacer?" Se cuestionó Ishizaki, pero sólo nos mantuvimos en silencio y miramos al jugador con ansias, queríamos ver su siguiente movimiento.

Dio algunos pasos decididos y pateó el balón con fuerza, pero este pegó contra el travesaño. Justo cuando creímos que era un fraude o algo así, Hongo siguió corriendo y dio un increíble salto.

Estaba a punto de realizar una chilena.

De nuevo, pateó el balón y lanzó un cañonazo a la portería. La pelota quedó atrapada entre las redes e incluso las rompió, saliendo disparado de allí y todos estábamos boquiabiertos por el poderoso tiro que habíamos presenciado.

Parecía un tiro que había hecho sin esfuerzo alguno, pues lo realizó vagamente e incluso con sus manos en los bolsillos lo logró sin ningún tipo de problema. Era increíble, la fuerza de un jugador profesional.

Hongo descendió con gracia y rió, como si lo que acababa de hacer fuera lo más normal y fácil del mundo.

"¿Qué les pareció eh?" Preguntó divertido el moreno. Nosotros seguíamos estupefactos.

"¡Increíble!" Exclamamos Tsubasa y yo.

"Pero, ¡Que tiro!" Gritó Ishizaki con una gran sonrisa, parecía convencido con lo de la propuesta de ser nuestro entrenador.

"Bueno y qué, ¿Si puedo ser su entrenador?" Preguntó el hombre.

"¡Pero claro, por supuesto que si! Ah" El mono vio el arruinado sombrero en sus manos y se volteó para arreglarlo. "¡Como nuevo! Será un placer. ¡Oye!" Giro su cabeza a donde se suponía estaría mi hermano, dirigiendo su palabra a él. "Ah, ¿Tsubasa?" Se cuestionó.

"¡Lo voy a intentar!" Exclamó el castaño decidido a replicar el tiro de hace unos minutos.

"¡¿Qué haces?!" Preguntó el mono curioso.

Mi hermano lo ignoró y pateó el balón con fuerza, haciéndolo pegar contra el travesaño. Se lanzó al aire intentando imitar a Hongo. Se veía bien, incluso el moreno se sorprendió ante lo rápido que Tsubasa había memorizado la posición y cada movimiento para imitar el tiro. Justo cuando parecía ser un éxito, el balón rozó su pie, fallando en el intento de realizar una chilena.

Tsubasa impactó contra el suelo, pero no parecía estar herido así que no me molesté en preocuparme mucho.

"¡Ah! ¿Te lastimaste?" Preguntó el mono con su ruidosa voz acercándose a mi hermano.

Hablaron por un momento y yo no me enfoqué mucho en lo que decían, lo único que se encontraba en mi mente por ahora era también lograr un tiro tan poderoso como ese. No podía dejar a Tsubasa avanzar más que yo y quedarme atrás, admirando cómo lograba cada uno de sus objetivos.

No, yo también lo haré.

Me dirigí a mi balón, mi hermano y yo teníamos nuestra propia pelota para no pelear entre nosotros, era el mayor problema de mi mamá cuando éramos pequeños.

Desde la distancia, los miré hablar entre ellos y si mi vista no me falla, Hongo está dándole cumplidos a Tsubasa sobre el tiro, el cual estuvo muy cerca de lograr. Me acerqué a ellos dominando el balón.

"Yo también lo voy a intentar. Ya veras que voy a dominar ese tiro en un chasquido, ¡Ya verás!" Exclamé apuntando a mi hermano, quien me sonreía. Sabía lo que esa sonrisa significaba, era como un tipo de desafío entre nosotros.

Un Gol Por Tu Amor | Misaki y Tú - Captain TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora