D I E Z

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El teléfono móvil sobre la mesa de noche vibro, ocasionando que yo cerrara repentinamente mis ojos guiada por el afán de fingir que ya me encontraba en un profundo sueño; a mi teléfono móvil aquello no le intereso e interrumpió la penumbra vibrando dos, tres... hasta cinco veces más.

sinceramente... no pude soportarlo más.

alargue mi mano en medio de la noche y encendí la pantalla cegandome con su luz, mis ojos tardaron un par de segundos en acomodarse y tal como lo había imaginado...

[Noah: ¿ya estas dormida?]

se trataba de Noah.

[Noah: Se que estas molesta conmigo...

Noah: ¿podemos vernos esta noche?

Noah: quiero explicarte lo que realmente paso...

Noah: Darcy... sinceramente... no veo a nadie de la forma en que te veo a ti]

suspire con profundidad, fijandome en que era la 1:30 de la mañana.

[Darcy: No es gran cosa, exagere el asunto.]

[Noah: el como te sientas no es una exageración para mi... igualmente, tengo muchas ganas de verte]

[Darcy: ¿donde estas?]

La respuesta de Noah se hizo esperar alrededor de un minuto.

[Noah: en casa, pero quiero ir a verte.]

suspire pesadamente, para ser sincera, también quería verle; por lo cual mi absurdo orgullo tuvo que dar un paso atrás.

Me puse de pie y busqué una casaca grande y abrigada para cubrirme, tambien busque un par de tenis bajo la cama y una vez lista camine para detenerme en la ventana con la intención de avisarle a Noah que lo esperaría frente a la tienda de la esquina; el vidrio de mi habitación se empaño a causa de la sorpresa.

sentado, en las escaleras laterales del porche se encontraba Noah, me habría asustado si no hubiera visto el momento en que la luz de su teléfono le iluminó el rostro y pude reconocerlo, fruncí el ceño y me dispuse a descender por la estructura de madera que había sido instalada un año atrás cuando mi madre quiso tener un jardín con enredaderas, ese jardín... Aún no ocurría.

Noah se puso en pie en cuanto me vio descender y sin mas camine hacia el, tomando la manga de su chaqueta de mezclilla y jalandole al interior del porche, de modo que el techo bajo pudiera cubrirnos y no ser descubiertos en caso tal que mis padres, casualmente, se asomaran desde el segundo piso.

- ¿no estabas en casa? - murmuré, con un tono demandante en este. Totalmente confundida con su acción, Noah desvió sus ojos un poco tímido, no parecía tener la intención de contestarme. - Noah!. - murmure. - ¿porque mientes? ¿que pasa si yo no habría querido salir?

- no quería influir en tu decisión. - musito.

- ¡¿en mi decisión?! - fruncí el ceño confusa. - ¡¿que quieres decir?!

- no quería obligarte a hablar conmigo. - dijo, regresando su mirada a mi. - te conozco. si te digo que ya estoy acá ni siquiera considerarias decirme que no porque te sentirias muy mal por mi. Me sentiría como manipulandote para que no tengas otra opción que aceptar verme.

The Real Moon |1| |Improntas: La Nueva Generación De Quileutes|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora