Los Cuernos Del Diablo

Día 3

Abrí los ojos de golpe, ya había dejado de llover, estaba empapado de sangre, y mi respiración estaba agitada, por tan solo recordarla me causaba escalofríos... Sus ojos, su manera de ser, su maldito cuerpo.

Todo lo que tenga que ver con ella, era tan... Estúpido.

Me levanté de la banca, suspiré lentamente, para calmar mi respiración, trone mi cuello y empecé a caminar.

Mientras caminaba, solo podía mirar al suelo, era tan tedioso recordar...
Pero de pronto mire dos demonios a lo lejos, una recién llegada, y un sucúbo intentar abusar de ella.

Me dió tanta gracia, ella se veía tan inofensiva, con una cara de súplica en su rostro, todavía no asimilaba nada, no asimilaba que estaba en el infierno, y esa escena, me trajo otro recuerdo.
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Era una noche de brujas, muy tierno en realidad me parece, los niños buscando dulces, los adolescentes haciendo trucos; e ir a lugares oscuros para drogarse, beber alcohol, y tener sexo, JAJA.

Sucumbí ante la tentación y fui al mundo humano, para aparentar ser uno de esos adolescentes, me coloque un antifaz negro y una capa roja, con un esmoquin, listo para hacer caos en ese mundo.

Las calles tenían decoraciones baratas, telarañas, esqueletos de plástico, brujas de mentira, todo eso era patético, pero me gustaba de cierta manera.

De tanto caminar llegue a un cementerio local, mire que unos chicos disfrazados de asesinos, saltaban la cerca para entrar, excepto una chica, traía un tutú rojo, con medias de mallas negras con unas bota negras y un antifaz de igual color, estaba maquillada como si tuviera sangre y en sus manos cargaba un bate de igual manera, no pude evitar sentir curiosidad, solamente me quedé observando sus acciones.

-OH VAMOS! André, salta! O tienes miedo?-

Dijo un chico ya adentro del cementerio, en su voz se notaba el tono de burla y engreída.

La chica que no había saltado solo le saco la lengua, para quitarse su antifaz, era la misma chica de la fiesta de antes.

-Vamos Luke, sabes muy bien que no es eso, solo que... Soy más inteligente que todos ustedes-

Dijo ella con orgullo y en tono de burla, se acercó a la reja de entrada y saco un cuchillo que tenía debajo de su tutú, y con solo manipular el candado este se abrió y entro, todos empezaron a reír, para luego adentrarse a ese lugar.

Solo los seguí, con pasó cauteloso miraba el lugar, luego paso por mi mente que haría si ellos me veían... Así que el chico llamado Luke sería mi marioneta hoy.

-Oye André, ¿recuerdas a mi amigo Lázaro? El vino a tu fiesta de cumpleaños-

Empecé a controlar la mente del chico, André solamente lo miro y asintió.

-lo invite a que viniera, no tardará en llegar-

Ella solo lo miro, iba a contestar pero no la dejé.

-Hola Luke! Ya llegué, ¿Me perdí de algo-

Lo saludé con unas palmadas en la espalda y saludé a los demás sacudiendo la mano, y a André le guiñe el ojo.

-Ey mi bambino! Nono, no ha pasado nada, bueno, amigos, el es Lázaro, Lázaro mis amigos-

Solamente nos sonreímos, me quite el antifaz, para empezar a caminar.
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Pasaron los minutos y lo único que hicimos fue hablar estupideces, uno que otro se drogo, beber wisky, y contar historias de miedo, hasta que se puso interesante el ambiente a jugar "truco o consecuencia"

-Bien André, ¿Truco o consecuencia?-

Pregunto una de sus amigas.

-Jum... Elijo truco-

Ella contesto relamiendo sus labios.

-Bueno el truco es que te quites el tutú y el short que traes-

Dijo ella, eso pasaba gracias al pecado de la lujuria.

-PUES FÍJATE QUE NO!, elijo consecuencia-

Ella dijo molesta, parecía indignada, la chica solo río y tomo un sorbo de wisky.

-Entonces... La consecuencia es... Que hagas sexo atrás de esa capilla con Tiago-

Ella abrió los ojos como platos, su respiración se volvió pesada, miro al chico llamado Tiago, para luego suspirar, y bajar la mirada para decir.

-Acepto, vamos Tiago-

Se levantó del suelo y empezó a caminar hacia atrás de la capilla, Tiago le siguió y todos empezaron a murmurar, yo solo mira al suelo y sonreí, era tan divertido esto.

-Lazaro, por ser nuevo en este grupo de inadaptados irás a ver si lo están haciendo-

Me dijo una chica, solo suspiré y asentí, pues en realidad quería ver qué pasaba, me levanté del suelo y con pasos silenciosos camine hacia ellos, cuando encontré un escondite perfecto escuché que hablaban.

-Tiago... Sabes muy bien que soy virgen... Y no...-

Ella decía con los brazos cruzados, el solamente la acorraló contra la pared y la empezó a besar a la fuerza.

-Shhh... Calla pequeña sumisa, hoy será la mejor noche para ti, ahora quiero que me hagas un sexo oral-

Le decía tocando su cabello, la chica se sentía asqueada, yo solo sonreí, pero sentía algo en mi interior que sabía que estaba mal, era primera vez que me pasaba esto.

La chica solo negaba con la cabeza y lo empujó, el solo soltó una carcajada y se acercó a ella, la tomo del cabello, empezaron a tener una pequeña lucha, para que ella cayera al suelo, se veía tan inofensiva, y el tenía una cara de sádico para ir acercándose, se colocó encima de ella y empezó a besarla, la chica solamente pataleaba y luchaba.

"Estos chicos tienen trastornos o que?... No lo sé, pero ¡ME ENCANTA!"... pensé, para que un quejido me sacara de mis pensamientos, era Tiago, siendo apuñalado por André, en los ojos de ella se reflejaba la alegría que le causaba, tenía en su rostro una sonrisa, era una sádica, por así decirlo, cuando terminó el trabajo, solo se levantó del suelo y se limpio la cara, trono su cuello y empezó a caminar a donde los chicos, antes de que ella llegará fue a donde ellos y me senté.

-Listo chicos, ya mate a Tiago como lo planeamos, ya pueden ir a comer-

Todos se levantaron y se fueron a devorar su cuerpo como caníbales, me asombraba todo eso, yo solo miraba desde las sombras, hasta que siento alguien atrás mío, me doy la vuelta y miro a la pequeña André.

-Miraba Lázaro, todo lo que pase aquí, es secreto, y si me llegó a enterar que dices algo, porque eres un soplon, te asesinó-

Me amenazó jugando con el cuchillo, yo solo me reí, y le quite el cuchillo en un movimiento rápido y empecé a jugar con el.

-No deberías amenazar a lo que no conoces-

Dije con mi voz tosca y ronca, para que ella solamente me mirara sería e irse a comer igual.
Yo solo desaparecí entre las sombras y llegar al infierno, y sentir como mi cabeza dolía nuevamente.
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HOLA MIS PECADORES ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPÍTULO TRES, HILLARY SE VA PAZ, NOS LEEMOS LUEGO!.