Día 4

9 1 0
                                    

Su recuerdo se desvaneció junto con ella, suspiré, meditando todas las cosas malas que e hecho, ser el diablo a veces era aburrido...

Siempre piensan que mi padre es perfecto, pero simplemente, quiere que sean unas ovejas siguiendo un camino aburrido.

Yo Lucifer, hijo de Dios no sigo ese camino, desde que el me creo dijo que era su mano derecha, su mejor amigo, y mírame donde me terminó a desterrar, así cree mi mundo, mi glorioso mundo de caos y de pecados.

Aún recuerdo cuando mando al Angel Gabriel para que destruyera... JAJA, un imbécil.
-
-
-
-
-
-
-
*'''Cuarto días de destierro del Cielo'''*

Me encontraba sentado en el suelo, pensando que hacer en esos momentos, siempre había estado bajo el control de mi padre... Quería sembrar terror y pecados en el tierra, pero con dos simples humanos como el los llama no era divertido... Pensé... ¡La lujuria!, Eso era, faltaba que esos estúpidos tuvieran sexo, para tener más crías, eso era.

Me levanté del suelo, trone mi cuello, para que en la milésima de segundo moverme, recibir un golpe en mi espalda.

Me quejé un poco, y me di la media vuelta.

-Vaya, vaya, vaya... Con qué aquí en mi miserable mundo tenemos al más ni menos, el pendejo del Angel Gabriel-

Dije con una sonrisa en mi cara, aplaudiendo.

-Callate escoria-

Contesto este con una mirada sería, y fija hacia mi, como si fuera su presa ideal para acabarme.

-Ay! Vamos Gabriel, se que desde me desterraron tomaste mi lugar, ¿Que se siente seguir siendo el número dos atrás de mi sombra?-

No aguante la risa, solté una carcajada en su cara, Gabriel siempre me ha tenido envidia, aunque no sé de cuenta, está pecando.

-Jaja, mira Lucifer, nuestro padre, dice que te puedes redimir y volver a subir al cielo con nosotros... Sabes que perteneces...-

No lo deje terminar para cerrar su boca con un puño.

-No! NO PERTENEZCO ALLÁ ARRIBA!... Acaso no me ves?! Soy mejor que todos ustedes!-

Gabriel coloco su mano en su boca para mirar que estaba sangrando, le había roto el labio inferior.

-Bien... Entonces, muere-

Dije para lanzarse sobre mi, me empezó a golpear y yo simplemente podía reírme, cuando él estaba lo suficiente cansado, lo mire, mis ojos se tornaron rojo, para luego tomarlo del cuello con fuerza, me levanté del suelo aún ahorcandolo.

-sabes... Esto no debería de terminar mal, únete a mí, y listo-

-vete al infierno-

Me contestó como pudo, le faltaba respiración, y sus labios rojos se empezaron a tornar color morado.

-Si eso quieres-

Lo lance al suelo con fuerza haciendo que este botara sangre de su boca, no se movía, sonreí de lado, sabía que no lo había matado, pero eso era una advertencia, coloque mis manos dentro de los bolsillos de mi pantalón, y empecé a caminar.

Después de tres minutos de caminar, sentí la presencia de el Angel golpeado antes, atrás de mi nuevamente.

-¿Cambiaste de opinión?-

No me contestó para empezar a golpearme nuevamente, era tan satisfactorio sentir dolor JAJA, trone levemente mi cuello y le empecé a devolver los golpes, de un momento a otro los dos estábamos en el aire luchando ah muerte, el estaba mucho más herido que yo, mi respiración era agitada y mi corazón estaba muy acelerado, pareciera como si se fuera salir de mi pecho.

Este volando se acercó a mí para darme un golpe el cual esquivé, lo tome de las alas y las empecé a quemar, este se retorcía de dolor, sus gritos, si cara de miedo, sus lágrimas, este es un maravilloso recuerdo, cuando estaban suficiente quemadas, que ni servían para volar, lo tiré con fuerza al suelo creando un cráter a su alrededor, baje al suelo para dar el golpe final... Pero, como siempre Dios a sus favoritos les salva la vida, una luz muy intensa salió de Gabriel, sus heridas se habían curado, estaba como nuevo y con más fuerza que antes, sonreí, sabía que ya no estaba Gabriel en ese cuerpo estúpido de Arcangel, en ese cuerpo estaba el mismo Dios...

-Padre... Cuánto tiempo-

Dije con furia en mi ser, no le quitaba la mirada de en cima, era mi presa y yo su cazador, y el lo sabía, sabía que estaba en mi territorio y no en el suyo.

-Hijo mío, no debes de hacer esto... Vuelve-

-JAJA, ¿Yo? ¿Volver?... JAJAJAJAJA, espérate y me dejó de reír-

Tomé aire y me acerque a este, aunque su luz y su presencia divina me quemara le toque su hombro.

-Nunca, pero escucha bien padre, nunca de los nunca volveré a ti, y seré el mismo niño que antes-

Cuando termine de decir traspase un poco de mi maldad a su cuerpo haciéndolo que se retorciera de dolor, quitó mi mano de su hombro y se recuperó rápido, y su luz se hizo más intensa, me miró con piedad y empezó a volar hacia el cielo.

-NOS VOLVEREMOS A VER PADRE, YA LO VERÁS!-

Grite y este se fue de mi vista, me arrodille en el suelo para golpearlo tantas veces que mis nudillos sangraran, suspiré y me acosté en este mismo para caer dormido.
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-

Esa fue mi primera pelea con Gabriel, las siguientes siempre venía con una lanza, hecha por mi padre con sus mismas manos para destruirme, patético.
°
°
°
°
°
°
°
°
HOLAAA ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP 4, NOS LEEMOS LUEGO.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 05, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los Cuernos Del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora