La maldición.

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YongSun corrió al baño de mujeres de un edificio, restaurado de hace ciento y algo de años, tenía un hermoso espejo a lo largo de los lavamanos. Se sostuvo en el lavamanos y empezó a llorar cuando se miró al espejo y encontró su vestido echo trizas y su cabello despeinado.

- No te ves mal a pesar de estar triste, bella dama - Yongsun pegó un brinco en su sitió y miró a su alrededor pero no encontró a nadie.

- ¿Qué es esta broma?

- No es ninguna broma, lamento mi repentina aparición - Una mujer apareció en el espejo y se asustó aun más - Disculpeme - La mujer volvió a desaparecer de la vista de YongSun.

- No, espera, vuelve - Y así lo hizo - ¿Quien eres exactamente?

- Me llamo ByulYi Moon, bella dama, tengo aproximadamente más de ciento y algo de años y soy la mujer maldecida por un espejo.

- ¿Maldecida dices? ¿Cómo es eso posible? - Acercó su mano al espejo y increíble pudo tocar la piel de la mujer - Esto es una broma.

-No lo es, debe creerme bella señorita. Fui condenada a estar entre espejos por una anciana.

- ¿Y cómo podrás salir? Debe de haber una manera.

- Según lo que recuerdo que dijo, fue algo como el verdadero amor - La chica rió junto a YongSun - Es algo tonto creó yo.

- El amor verdadero es muy difícil de encontrar... Vos tienes ciento y algo estando aquí, eso dice mucho.

Byul suspiró y mirando al lado dijo:

- Hay otra manera pero no quiero que nadie sufra lo mio. - La mirada confusa de YongSun hizo que se explicara mejor - Puedo salir si otra persona toma mi lugar... - Un escalofrío pasó por la columna de YongSun.

- Que aterrador suena eso... -Yongsun lo pensó mucho mientras Byul seguía en espera a que ella hablara más.

Pero YongSun terminó de lavarse su rostro y acomodar lo poco de su vestido para ver a ByulYi seguir ahí.

- Dime ¿Solo en este espejo estas?

- Puedo aparecer en cualquier espejo, cualquier cosa que refleje, incluso el agua.

- ¿Quieres ir conmigo? Quizás no pueda hacer el amor de su vida, pero puedo hacerte compañía. - Una bella sonrisa apareció en el rostro de ByulYi.

- Claro que me encantaría, bella dama.

- Y por favor deja de decirme bella dama, me llamo YongSun Kim y apenas tengo veintidós años.

Y así fue como YongSun salió de ese edificio y se montó en su automóvil. ByulYi apareció en su retrovisor y se asombró por la belleza del carro en su interior.

Llegó a su departamento y se quitó el vestido para ponerse una pijama, se sentó en la sala y espero a Byul apareciera en su pantalla, cosa que lo hizo.

- Disculpa si le eche un ojo a tu departamento señorita YongSun, quería saber donde podía aparecer y encontré muchos lugares.

- No hay problema, solo tengo preguntas.

- Claro.

- ¿Duermes?

- No y tampoco me alimento, no siento la necesidad, es como estar congelada aquí.

- Entiendo... ¿Nadie más te a hablado aparte de mi?

- En una larga vida, contigo seria la tercera mujer, ellas eran de épocas diferentes y unas hermosas chicas, una de ellas fue una niña.

- ¿Y qué pasó?

- La niña al tiempo me olvido pensando que era su amiga imaginaria y la joven fue que encontró el amor de ella y se marchó... Tampoco me iba ir tras de ellas para incomodar las, aunque me enseñaron mucho.

- Entiendo. Bien ByulYi, nos vemos mañana. Buenas noches.

- Buenas noches señorita YongSun.

(...)

Empezaron a pasar los días y Byul se apegaba más a YongSun y esta también. No hablan mucho en público y si lo hacían, era como si estuvieran en video llamada para no hacer tanto escándalo.

YongSun empezó a enseñarle como había cambiado el país después de la guerra y los hermosos paisajes de la ciudad. Era espléndido para ByulYi saber que todo había acabado y que ahora todo estaba en paz.

- ¿Byul?

- ¿Sí?

- E visto que puedes tomar cosas a tu alrededor, pero siguen en este mundo tal y como son.

- Por no existir, puedo tomar, usar y mover cosas en mi lado, cosas que en su lado seguirán igual. - YongSun la miró asombrada.

- Extrañamente se oye increíble y... ¿Ya has probado la comida?

- No sabe a nada - Dijo con nostalgia. YongSun solo hizo un puchero del cual le encantaba a la pelinegra.

- Vayamos al museo algún día Byul, ya que te gusta hablar sobre cosas del pasado y no ver ahora, podremos verlas.

- ¿¡De verdad!? ¿YongSun qué es un museo?

- Como un lugar donde coleccionan antigüedades para que las personas de la actualidad las admiren... Pero iremos mañana, por hoy, veamos el atardecer.

- Me fascina tu idea.

YongSun cambió a la cámara frontal para que Byul viese como se ocultaba el sol atrás de los edificios.

- En otra época hubiera visto esto lleno de misiles. - Dijo Byul al ver tan claro paisaje.

Dentro de YongSun se removió un sentimiento de nostalgia al ver lo que pasaba en su realidad ¿Cómo había terminado de tal forma con una chica que fue maldecida por una tonta anciana? Ciento y algo de años encerrada en un espejo sin poder salir ni querer hacerlo por ser tan amable de impedir que otra persona sufriera tal cosa, ByulYi era una chica de admirar.

Al llegar a la casa, YongSun había comprado tres espejos más de cuerpo completo, situados en la cocina, sala y habitación y uno no tan grande en su balcón donde por las noches si se levantaba encontraba a Byul ahí, viendo el cielo, también sacó todo lo reflejante en el baño pues una vez sin querer llamó a Byul y esta apareció en el baño y ella estaba desnuda.

Estaba anocheciendo y se fue en taxi, prendió las luces de su apartamento y fue hasta la sala de estar, caminando por el espejo se encontró a Byul ya ahí, le sonrió, viendo la junto a ella.

- Es extraño.

- ¿Por qué? - Preguntó Byul abrazando el reflejo de YongSun quien río - Ella es igual a tí pero sin emociones, sin vida, aun así es triste saber que no sientes lo mismo cuando la abrazo. - YongSun sonrió, sintiendo por alguna razón como si fuera Byul en un mundo solo y ella estuviera afuera, pues ella esta con su reflejo y sintió algo de celos por lo mismo.

- Bien, iré a cambiarme para dormir. - Byul solo asintió.

El espejo maldito(Moonsun)[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora