Mi primer día en la casa de los Hargreeves >>6<<

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Todo era oscuridad. Solo una luz lejana se veía al final de un largo puente. Empecé a caminar, no a correr, mis pies parecían tener vida propia. Sentía como el piso empezaba a desaparecer. Me resbalaba y antes de poder agarrarme caía.

- ¡Cinco! - Grite y parecía fue con todas mis fuerzas. De ahí desperté sobresaltada, con un poco de sudor bajando por mi espalda. Me levanté lentamente de mi cama y fui al baño, tenía baño propio, lo que era un gran alivio. Me metí a la ducha y me bañe con agua muy fría, para así despertar mejor y olvidar aquel sueño, lo cual no funcionó. Todo el baño puse me a pensar en el sueño. Todos los sueños son locos, pero este, estaba aun más raro. Que quería significar ... tal vez nada y solo era que estaba pensando en ... ¿Cinco? Me gusta, me pregunté a mi misma. No, no creo, lo acabo de conocer, aunque cabe la posibilidad de que piense que es muy lindo. Muchas preguntas entraron en mi cabeza.

Salí de bañarme después de un rato y me cambie, me puse el uniform pues supuse qu volvería a entrenar, salí de mi cuarto justo cuando ví a Grace venir.

- Hola pequeña, ven ya es hora de desayunar, que bueno que estés lista.- Dijo con un tono muy amable y de suma tranquilidad. Yo solo asentí y baje, al llegar faltaban Luther, Diego y Cinco. Me paré junto a una silla, y no me senté, imitando a mis otros hermanos. Todo era silencio y nos veíamos entre todos, incómodamente. Llego Cinco, con la mirada seria, tomo su lugar y seguimos esperando. Aunque yo me puse algo nerviosa con Cinco, seguía pensando en el sueño. 

Luther y Diego llegaron después de cinco minutos, ambos se miraban con una mirada asesina. Tomaron su lugar y solo faltaba esperar a nuestro padre. Este llegó a los segundos de que finalizó de pensar que el faltaba. Se sentó sin mirar a nadie, y asintió con la cabeza y así todos lo imitamos, y tomamos asiento. La comida ya estaba lista: huevos revueltos y dos panqueques con miel, y unas cuantos frutos rojos. Todos comían menos yo, pues ahora pensaba en que esta era mi primera comida. Levanté la vista de mi plato y solo vi como Luther ya devoraba su comida, a lo que yo reí por lo bajo y empecé a comer.

Al terminar, mi padre me llamo para que me acercara y así fue. Todos los demás seguían a Pogo, que probablemente los lleve ha entrenar. Yo solo seguí caminando junto a mi padre. Este me llevo de nuevo a la enfermería, me pidió que me sentara en una pequeña silla y después de eso se fue. Al poco tiempo llego con Pogo, Grace y su libreta. No sabía lo que pasaba, pues todos se ponían guantes.

- ¡Perfecto! Todo listo.- Dijo mr. Reginald. - Ok t / n, te vamos a inyectar para así poder tomar un poco de tu ADN y así saber cuales son tus poderes, que hasta lo que sabemos podría ser un tipo de telequinesis. - Terminó de hablar para agarrar una gran jeringa. Mi cuerpo se tenso del miedo, pues las inyecciones no estaban en mis pasatiempos. Colocó la punta de la jeringa en mi brazo y ... presionó, el dolor fue intenso, pero a los segundos se acabo.

Pogo y Grace llegaron a ponerme alcohol y a darme unas pastillas, después me llevaron a lugar de entrenamiento. Solo me dijeron que los observara pelear para así empezar a tener las técnicas necesarias. Todos daban golpes por aquí y otros por allá, ninguno utilizaba su poder aun. Eran todos increíbles y peleaban entre si. Al pasar una hora todos pararon y esperaron en fila, yo seguía sentada. Llego nuestro padre y les hizo una seña con la cabeza y después se fue, dejando un grupo de niños dispersándose. 

Yo me quedé viendo en Cinco, el sudor caía por su cara y tenía levemente los cachetes colorados. Entonces me miró por unos segundo y levantó muy levemente la comisura de sus labios. Yo me puse sonrojada y para evitar que alguien lo viera bajé la mirada. Al oír unos pasos volví a levantar la mirada y vi a nada más y nada menos a Luther caminando directamente hacía mí con una sonrisa en la cara.

¿Te amo? / Five y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora