Una aventura con Luther y Diego >>7<<

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El rubio se paró en seco justo enfrente de mí y así lo pude apreciar mejor, era bastante lindo pero no mi tipo, después me dí cuenta de que lo miraba mucho, así que baje mi mirada un tanto apenada.

- Hola t/n, bueno ya bien sabes que soy Luther, pero quería presentarme de manera más "formal" y bueno solo quería decirte que soy digamos que el líder, y para ser sinceros... el mejor.- Dijo la última parte en un susurro.

- Claro el "mejor".- Dijo una segunda voz.- No le hagas caso t/n, es un engreído.- Dijo Diego.

- Pues por lo menos no soy una molestia como tú, intentando ser el mejor cuando en realidad solo quieres llamar la atención.- Empezó a decir Luther alterado. Diego estaba a punto de volver a gritarle cuando yo me paré y me interpuse en medio de los dos.

- No es necesario que peleen, todos en la Academia estamos por algo, somos... son un equipo.- Dije evitando que empezara una pelea, miraba al suelo por el nerviosismo. ¡Dios, odio ser tímida! Ambos se dieron una última mirada de odio.

- Tienes razón t/n.- Dijo Diego dándome la razón mientras me miraba con una sonrisa. - Bueno ¿ya tienes alguna idea de que podrían ser tus poderes?- Mientras empezaba a caminar y supuse que tenía que seguirlo. Luther imitó mi acto.

- Nop.- Negué - No tengo ni idea, bueno solo que es como una telequinesis.- Terminé.

- Yo no recuerdo como supe cuales eran mis poderes.- Dijo Luther pensativo.

- Será por que nunca te acuerdas de nada, ni de donde dejaste tu ropa interior.- Dijo Diego con brusquedad- Luther lo miró con odio y yo me reí por lo bajo.

- Bueno por lo menos YO no robo las cosas de los demás.- Dijo Luther puntualizando el yo, al parecer hubo una pelea entre estos dos y yo me encontraba en medio.

- Eso es demasiado.- Dijo Diego y lo empezó a corretear mientras sacaba un cuchillo de su cinturón.

Ambos salieron disparados, yo los intente seguir pero eran demasiado rápidos. Cuando por fin pararon en una habitación que aún no conocía de la casa, era pequeña y por esa razón pararon, pues no había a donde correr.

- ¿Qué vas a hacer? Lanzarme un cuchillo, con eso mejor ve a la cocina.- Gritó Luther justo cuando llegué, parecía bastante enfadado por algo que no entendía bien, hombres supongo.

- ¿Y tú? Me pegarás un puñetazo y luego te pegarás en el pecho para parecer gorila, no creo.- Dijo riendo Diego, yo pensaba en cómo había entrado en esa pelea y si debería llamar a alguien para detener esto.

Luther rió y luego agarró una mesita de té que tenía al lado, preparándose para lanzarla a Diego el cual sacó un segundo y luego un tercer cuchillo. En menos de un segundo los dos lanzaron sus respectivos objetos. Yo cerré los ojos mientras levantaba los dos brazos en forma de detenerlos mientras grité "¡Paren!".

Nada pasó, todo se quedó en un silencio absoluto, como un silencio de asombro. Abrí los ojos y levanté la mirada, una enorme pared de piedra se veía en medio de Luther y Diego, justo en frente de mi, de un lado estaba la mesa destrozada que Luther había lanzado y del otro tres cuchillos clavados.

- ¡Wow! t/n puedes controlar el piso.-

¿Te amo? / Five y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora