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☆ 11 y 13 años

Yura había llamado a Taeyeon para salir con ella un momento, quería preguntarle si había notado un comportamiento raro en las niñas ya que cada vez querían pasar más tiempo a solas. Por otro lado, Taeyeon no se sorprendió al recibir la llamada.

—Tae..— Yura mencionó cansada.

—Es que no lo entiendo, ¿qué tiene de malo que pasen tiempo juntas?

—Tae, no es sólo que sean dos chicas que de por sí ya es malo. —Tae bufó.— Aparte, tú ya sabes sobre la condición de Jinsol.. y ellas.. bueno, me preocupa que hagan.. cosas.

—¿Qué clase de cosas?

—Taeyeon, he encontrado el televisor puesto en programas cuestionables.

—¿Me estás diciendo que nuestras hijas ven pornografía?— Preguntó escandalizada.

—Sí, y que lo ven juntas. Taeyeon, son unas niñas y los niños copian todo, puede salir muy mal y pueden lastimarse. Pueden pasar tantas cosas.— Advirtió.

Taeyeon no había comprendido la gravedad del asunto y tomando en cuenta que ambas eran chicas, la cuestión del órgano reproductor de Jinsol, sus edades y las circunstancias de las familias, tal vez Yura tenía razón y lo mejor sería separarlas.

Habían pasado dos meses desde la salida de las mayores, Jinsol y Jungeun tenían esos dos meses sin verse ya que sus madres pensaron que lo mejor sería separarlas por un tiempo. Si bien no podían evitar que se vieran en la escuela y en la academia, por lo menos evitarían situaciones de riesgo en casa.

Lo que no esperaban era que sus hijas estuvieran todas las tardes de esos dos meses encerradas en su cuarto, deprimidas.

—Jinsol, ¿quieres un poco de pescado?— Su madre intentaba ofrecerle su platillo favorito pero este había sido rechazado igual que casi toda la comida de esa semana.

Por otro lado, Yura intentaba que su hija saliera a tomar un poco de aire fresco con el cachorro que recientemente habían comprado, Janggun, pero la menor no pudo ni levantarse de la cama.

Estaba a punto de marcar a Taeyeon cuando le apareció la notificación de que ella la estaba llamando.

—Dejemos que se vean.— Opinaron casi al mismo tiempo.

—Esto ha sido más difícil de lo que pensé.— Observó Taeyeon mientras pasaba su mano por su cabello, desesperada.

—Deberíamos dejar como siguen las cosas desde aquí, por lo menos un muchacho ha estado pendiente de Jungeun, tal vez ellos salgan y ellas puedan empezar a tratarse normalmente.— Yura intentaba sonar positiva pero la verdad estaba casi convencida de que su hija no prestaría atención al pobre muchacho.

—Esperemos que sí. Iré a tu casa hoy a las 4.

—Bien, adiós.

—Adiós.

Se dirigió al cuarto de Jungeun a avisarle que Jinsol iría esa misma tarde y eso la hizo casi saltar de alegría.

Igualmente Taeyeon se sorprendió con ver a Jinsol saltando de su cama hacia el baño para arreglarse enseguida a pesar de que faltaban varias horas.

sweet ; lipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora