Capítulo 43

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Angie:

Corrí detrás de Steven mientras lágrimas caían de mis ojos, ¿Qué iba a hacer ahora?

¡Este hombre estaba loco! ¿Cómo se le ocurre hacer tal cosa?

-¡Steven! .-grité por décima vez, él dejó de caminar y me miró, tenía varios golpes en la cara que me hicieron doler el corazón.

Solo atiné a correr a su lado y abrazarlo tratando de sentirlo junto a mí, él también lo hizo y rompí en llanto.

-Angie lo siento, pero fue la única manera que encontré para hacerte entender que te amo solo a ti, que tu mamá solo es un recuerdo y ya no significa nada más que una amistad para mí... -escuché que decía mientras dejaba varias caricias en mi espalda.

-Eres un... -no pude terminar de hablar ya que seguí llorando.

No sabía que iba a ser de mí ahora, mi padre me había prohibido la entrada a casa y sinceramente no quería volver.

No quería verlo a él y mucho menos a ella.

-Perdóname, te juro que no fue mi intención hacerte daño... -negué con la cabeza varias veces y me separé de él.

-¿Sabes que sería de mí si es que mi papá te mataba? ¿Acaso piensas en eso? -seguí reclamando.- ¡Sin ti me muero! .-tomé rostro entre mis manos y acorté la distancia en un beso.

Llevó sus manos a mi cintura apegándome a él mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos.

Sentía desesperación, quería tenerlo cerca y saber que estaba aquí, que me amaba solo a mí.

Bajó sus manos a mis muslos levantándome, rápidamente rodeé su cadera con mis piernas sin dejar de besarlo.

Tuve que separarme por falta de aire y él comenzó a dejar varios besos en mis mejillas tratando de hacerme sonreír y funcionó.

Sonreí feliz de tenerlo a mi lado y saber que su amor era sincero y solo para mí

-Te amo Angie.- escucharlo decir esas palabras hizo que mi corazón se llenara de amor y una gran sonrisa apareció en mi rostro.

-Te amo Steven.- dije también y ahora él sonrió

-¿Me perdonas? .-preguntó un poco preocupado, asentí varias veces y le di un beso corto

-Te perdono... -me volvió a besar pero esta vez duro menos tiempo.

Toqué el piso con mis pies y acarició mis mejillas mientras sonreía.

-No... No sé que voy a hacer, mi papá ya no quiere verme en su casa.- dije temblando por la preocupación que toda esta situación me causaba

-No hay problema Angie, puedes vivir conmigo hasta que todo se solucione.- dijo con una sonrisa, lo miré un poco sorprendida.

¿Vivir con él?

No me sentía lista pero... No tenía a dónde ir.

-Yo... .-no sabía que decir.

-Está bien si no quieres... Mmm... Creo que tengo un departamento sin habitar, puedo... .-lo interrumpí

-No, está bien tu casa.- dije rápidamente.- Me da miedo vivir sola... .-confesé, él no dijo nada más y solo me abrazó

-Bien, llamaré en este momento para que preparen una habitación para ti.- asentí y escuché a alguien gritando mi nombre desde muy lejos.

James...

-Es James.- dije mirando a Steven muy asustada, él frunció sus cejas y miró a todos lados.

-No escucho nada...

-¡Angie!.- escuchamos como la voz sonaba más y más cerca.

Tomé la mano de Steven y rápidamente corrí tratando de que James no nos viera.

Steven corrió detrás de mí y pudimos llegar a su casa, nos abrieron la gran reja y luego entramos a su casa.

Suspiré de alivio y me tranquilicé.

Tal vez después lo podría llamar pero ahora no quería hablar con nadie.

-Tranquila, no nos vio.- dijo Steven acariciando mis mejillas, yo solo asentí.- ¿Quieres comer algo? No sé... ¿Tienes hambre?.- negué, no tenía ánimos de nada, solo quería estar en mi cama y envolverme con las frazadas para luego llorar.

Sentí mis ojos llenarse nuevamente de lágrimas y él me abrazó, rompí en llanto en su pecho y él solo acariciaba mi espalda.

-Delia por favor, prepara una habitación para la señorita, se va a quedar con nosotros por un buen tiempo.- escuché que dijo.

-Claro señor.- dijo la empleada y escuché sus pasos hasta desaparecer.

-Ven aquí, pequeña.- me llevó al sofá y se sentó para luego sentarme en su regazo y rodear su cuello con mis brazos mientras seguía llorando, él rodeó mi cintura con sus brazos y limpió mis lágrimas.- Sé que esto no es nada bueno pero al menos no guardas ningún secreto, tus padres ya saben lo nuestro y no estás sola, me tienes a mí y siempre estaré a tu lado aunque las cosas se pongan aún más difíciles.- asentí y lo miré.

Sus ojos azules se veían preocupados pero a la vez veía amor en ellos y eso me hizo sonreír.

-Te amo... -pude decir y él sonrió automáticamente.

-Y yo a ti, pequeña.- pellizcó suavemente mi mejilla haciéndome reír.- No sabes cuánto me alegra tenerte de nuevo conmigo...- apoyó su rostro en mi cuello dejando un pequeño beso, reí por las cosquillas que me producía.

-Te extrañé Steven, no sabes cuánto y perdón por haber dudado de ti, yo...- me interrumpió.

-No tienes porqué pedir perdón, es comprensible, yo debí ser sincero contigo desde el principio y no ocultar algo tan delicado.- asentí, la verdad era que tenía razón...

-Yo... Quiero saber como pasaron las cosas.- él asintió.- Quiero saber qué pasó entre mis padres y esa tal... Erin.- recordé su nombre, él me miró confundido.

-¿Quieres que sea yo quién te cuente toda esa historia?.- asentí varias veces.

-No confío en nadie más que en ti.- él solo suspiró y asintió.

-Está bien.- nuestras miradas chocaron y solo pude sonreír nerviosa, él también lo hizo, me iba a besar pero llegó Delia.

-La habitación ya está lista, señor.- dijo y luego me miró.- Bienvenida a su nueva casa, señorita.- sonrió.

Nueva casa...

Ahora es mi nueva casa...

N/A:

Feliz navidaad!

Perdón por no actualizar rápido y desaparecer meses enteros pero me dio el bloqueo de escritor además de que entré en tristeza al saber que no iba a recuperar a todos los lectores de esta historia pero me alegra saber que algunos siguen aquí.

Gracias por su apoyo y trataré de actualizar más seguido

Hasta la próxima!

Only You  [Continuación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora