El diario del poeta

Noche 8

El poeta una vez más llorando, soltando lagrimas que conforman océanos de lamentos donde se culpa de todo y a la vez de nada, quiere volverla a ver, sin importar el precio y si fuese el precio su propia y única vida, ¿estaría dispuesto a todo para ver a su amada?, seria acaso capaz de inmolarse para tener lo único que añora, de ser así pues que tome el arma y jale el gatillo, pero tiene miedo, miedo de que a donde ira no sea el lugar donde ella está, toma el arma pero su mano tiembla, el peso de quitar una vida es mucho para él, aun cuando es la suya de la que habla, se apunta a la sien pero, que es este temor que le impide jalar el gatillo, no es capaz de hacerlo...De morir y no estar en el mismo lugar qué sentido tendría darle su vida al gran tabú de la muerte solo para cumplir el sueño de morir, donde el sangre y el fuego son eternos en la gran danza de la insignificancia, el tiempo dejará de tener sentido para él...La parca estará junto a él esperando en silencio, esperando que caiga en desesperación, esperando quizás ese momento donde decida de corazón mas no de mente y cometa el más grande error del ser humano...Amar a otro más que a ti mismo.