Capítulo 2

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La mañana iba relativamente bien, una que otra queja por falta de puntos por parte de los alumnos, pero todo estaba tranquilo.

Mi plan para tener a Taehyung entre mis brazos era muy arriesgado, tenía que ser cuidadoso con mis movimientos, lo menos que quería era ahuyentarlo.

La campana sonó y la hora de receso por fin llegó, salí a toda prisa en dirección a la cafetería y lo que encontré hizo que mi sangre quemara y mi cara se pusiera roja de la ira: HoSeok y TaeHyung se besaron, era un beso corto, pero que a mis ojos duro más de lo que debería, podía observar el cariño con el que lo hacían y esas sonrisas bobas denotando amor en sus caras. No sabía si podría soportarlo.

Apreté mis puños y fingí una sonrisa, a pasos fuertes y decididos me encaminé hacia ellos, «Todo va a estar bien, solo relájate» esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza, tratando de calmarme.

-Buenos días.- saludé a ambos y me senté en una de las sillas vacías.

-Buenos días.- saludó el profesor Kim con una de sus características sonrisas cuadradas, haciendo que mis mejillas se sonrojaran, ¿Acaso no era obvio lo mucho que me gustaba?

-Hola JungKook- el profesor de física me sonrió, nunca había odiado tanto ver la cara de alguien, quería golpearlo, pero forcé a mi cuerpo a devolverle el gesto en vez de estrellarle mi puño en su estúpido rostro.

-¿Y desde cuándo? Ya sabes... Son pareja...- Dije tratando de no sonar nervioso o alterado.

-Bueno, desde hace pocas semanas.- dijo HoSeok tomando su mano.- No lo ví venir, pero, éste chico puede llegar a ser muy coqueto. Fue él quien me pidió la primera cita.

Y su risa hizo que algo dentro de mi ardiera, otra vez ese sentimiento de querer descargar mi furia interior en forma de golpes se hizo presente, pero tan pronto vino el sentimiento, se fue. Razón: aquél chico coqueto me miraba fijamente.

Sus ojos fijos en mí, esas cuencas de color parecían penetrar mi alma y excavar en lo profundo de mi corazón,me miró intenso y mordió su labio. En ese momento sentí como toda mi sangre se dirigía a mi cara, dejé de escuchar la irritante voz de HoSeok o de pensar en las ganas que tenía de golpearlo.

Solo éramos TaeHyung y yo en ese momento.

Después de aquél momento un tanto extraño, decidí irme

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Después de aquél momento un tanto extraño, decidí irme. Era increíble que tan solo una mirada podría excitarme tanto.

Ahora estoy en un cubículo del baño tratando de bajar mi erección, intenté pensar en exámenes, en la clase que tenía que dar en unos minutos o incluso en los calzones de mi abuela para ocupar mi mente...

Pero nada de eso funcionó, el recuerdo de aquellos ojos color miel y sus labios color cereza siendo mordidos ligeramente por sus blancos dientes regresaban y era más dolorosa mi erección, sin más remedio saqué mi miembro de mis pantalones y comencé a darle suaves caricias, cerré mis ojos para concentrarme, pensé en cada parte perfecta y etérea de TaeHyung, mi mente creó escenas más íntimas, a TaeTae en mi cama gimiendo por tenerme con él, mi mano subió de intensidad, masajeando mi erección en un vaivén más rápido.

La puerta de los baños sonó, indicando que alguien había ingresado, noté enseguida quien era cuando escuché la melodiosa y grave voz tararear una canción.

«TaeHyung» pensé, mis movimientos cada vez más veloces, con mis ojos aún cerrados me enfoqué en escuchar la hermosa y tenue voz, saber que me estaba masturbando teniendo fuera del cubículo a la persona que ocupaba mi mente en ese momento solo lo hacía más excitante. Con todos estos pensamientos me corrí en mi mano, solté un pequeño gritito con el nombre del dueño de mis más sinceros sentimientos.

-Apresúrate JungKook, en 5 minutos suena la campana-. La grave voz caló mis oídos, sentí mi cuerpo temblar por el miedo y la exitación, él me había escuchado.

Esperé hasta que la puerta sonó, indicándome que ya había salido y estaba libre el paso de Taehyung. Acomodé mi traje y salí, lavé mis manos correctamente y me dirigí a mis clases.

Sin duda el que TaeTae me haya escuchado, sabiendo quien era me excita de sobremanera. Pero no era tiempo de pensar en él y su hermoso rostro, sus labios susurrando mi nombre. No, no quería una molesta y dolorosa erección mientras daba clases.

Taehyung actuaba en mi de una manera tan mal que se sentía tan bien.

Las clases ya habían terminado pero me decidí a quedarme más tiempo, necesitaba corregir las actividades y no quería llevarme nada a mi casa

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Las clases ya habían terminado pero me decidí a quedarme más tiempo, necesitaba corregir las actividades y no quería llevarme nada a mi casa.

Pasó una hora exactamente y ya faltaba poco para poder irme. Terminé de revisar las actividades y cuando estaba a punto de guardarlo todo, entró el dueño de mis dulces pesadillas.

Kim Taehyung caminaba hacia mí con una de sus sonrisas, mi corazón se aceleró en demasía y mi boca se secó. Limpié mis sudorosas manos en mi pantalón, pensando en que decir cuando estuvo frente a mi escritorio.

-Kim... ¿No se ha ido?

-Bueno, Kookie...- su voz grave causó que una corriente me recorriera el cuerpo hasta llegar a mi entrepierna.- Te esperaba.

–¿A-a mí?... ¿Por qué?

-¿Por qué?- rodeó el escritorio y se acercó lentamente, poniéndome los pelos de punta.- No lo sé...

Tragué duro.

-Tal vez porque quería verte.- dijo cuando estuvo a un paso de mí.

Sin previo aviso se sentó en mi regazo, nuestras caras quedaron frente a frente, pude ver aún más de cerca cada perfecto detalle de su angelical rostro, sus labios tenían como adorno una sonrisa traviesa y sus ojos estaba fijos en los míos.

-Tal vez porque quería estar contigo.- sus labios se movieron al compás de su voz grave y seductora, sentí mi miembro endurecerse, «Dios, se va a dar cuenta», mi mente dejó de maquinar cuando posó una de sus manos sobre mi pecho y comenzó a trazar figuras indistintas.  

-¿Y-y por qué?- tomé sus caderas.- ¿Porqué yo?

-¿Por qué?- detuvo sus movimientos.- Creo que soy demasiado obvio... Kookie.

Mordió sus labios y movió su cadera de adelante hacia atrás. Un solo movimiento y ya me tenía muy duro.
Tomé sus caderas con fuerza y solté un suspiro.

Se acercó a mi lentamente, manteniendo su mirada en la mía y de repente mis labios picaban por sentirlo, y cuando sus labios rozaron los míos se alejó.

-Tengo novio, Kookie.- sonrió travieso.- No puedo hacer esto contigo.





Es hora de poner mi plan en marcha.

Lᴏᴠᴇ Bᴇᴛᴡᴇᴇɴ Lᴇᴀᴠᴇs •𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora