𝕻𝖗𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘 [Uchiha Itachi +16]

-XIII-

El pelinegro se encontraba en las puertas de Konoha, listo para partir junto a su grupo. 

Soltó un suspiro pesado, al no ver a la castaña por ningún lado. 

—¡Prepárense, salimos en dos minut-! —Su oración se interrumpió al oír como una voz conocida lo llamaba por su nombre. 

—¡Shisui!— Una castaña corria lo mas rapido que podia hacia el chico, que simplemente la miraba con una mueca sorprendida.

Shisui levanto una mano, dando una señal a su grupo, que inmediatamente desapareció ante la orden.

—Kaede, ¿tu...!— Una pequeña esperanza surgió en su corazón. ¿Acaso venía para aceptar su propuesta? No, era mejor no animarse en vano. Su propia conciencia le decía que ella no venía para aceptar lo antes hablado.

La castaña llego junto a el, tomando el valor necesario para negarse a su propuesta.

—¡Lo siento, Shisui!— Inmediatamente Kaede agacho la cabeza ante el chico, dejando al hombre algo confuso.

—¿Q-Que haces?

— Lo siento, Shisui, pero tengo que rechazarte.— La joven se había enderezado, recta, mientras mantenía su mirada fija en los ojos del contrario. 

— Oh, ya veo... Me lo esperaba.— Una sonrisa apenada se mostró en su rostro, mientras una de sus manos rascaba su nuca. Definitivamente estaba decepcionado, pero, de cierta forma, estaba contento. Ver a aquella preciosa muchacha por la que su corazón latía, tan firme con su decisión, lo ponia feliz por ella. 

— Shisui, eres demasiado bueno para mi, así que, debes encontrar a alguien que te merezca. ¿Me lo prometes?— Una sonrisa se extendió por su rostro, animando al chico pelinegro frente a ella. 

El joven no pudo evitar reír, recordando la brillante personalidad de la castaña. 

— Vale, es una promesa. Prima mia.— Guiño un ojo, recibiendo una carcajada por parte de Kaede, que sin previo aviso se lanzó a su cuello, aferrándose, abrazándolo con fuerza. 

—¡Buena suerte! Ni se te ocurra tardar mucho eh.— Soltó una risilla, sintiendo como el chico correspondió su abrazo, riendo con ella.

—No tardare, ¿como podria perderme verte en tu Kimono?— Sonrió, bajando lentamente a la Uchiha.

—¡Es cierto! Deberás verme, seguramente estaré hermosa, como siempre, ¡jum!— Con su dedo indice se acarició la nariz ligeramente, cerrando los ojos, y levantando la cabeza levemente, con orgullo.  

—Claro que si, Kaede.— Aquella joven le sacaba sus mejores risas, que estaba seguro no serian las ultimas. Acarició ligeramente su cabeza, viendo como ella se regocijaba, como cachorro al cual le dan un premio. 

De repente, ambos se miraron fijamente, dándose a entender mutuamente lo que habían notado. Al parecer, alguien había descuidado su chakra por un momento.