𝕻𝖗𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘 [Uchiha Itachi +16]

-III-

La joven castaña se alejaba de la casa de Shisui, dando pequeños saltitos de alegría. Un beso del chico pondría color a su día inmediatamente, tanto que nada podría arruinarlo. 

Ya anochecía, por lo que iría rápidamente a la tienda, y volvería a su hogar; siempre debía llegar antes de que el sol se oculte. Solía disfrutar lo más que podía sus días libres, sin alguna responsabilidad.

Camino por toda Konoha, llegando así a su deseada tienda. La de Dango. 

Entró, visualizando el mostrador; lista para pedir.

—Hola, buenas tardes. ¿Me podria dar el Botchan Dango?— Cordialmente pidió su orden.

—¿Cuántos le gustaría?—

Comenzó a contar con sus dedos. 

—Hmn. Itachi unos diez... yo otros diez... por si las dudas otros diez.— Balbuceo, contando con sus dedos. —¡...Unos treinta!—  Agarró el dinero de su monedero; sacando la cantidad exacta.

—Si, enseguida señorita. Estará en unos minutos.— Aquella familia siempre los sorprendian. El recepcionista se movilizó rápidamente. Sus mejores clientes eran aquella Uchiha y su hermano mayor; no podían perder tiempo.

La chica se sentó en una de las mesas cercanas, para esperar su pedido. 

Comenzó a admirar todo el local, tratando de matar el tiempo, cuando, repentinamente, escuchó una conocida voz.

—¿Kaede-san?— Aquella suave y dulce voz que reconocería en cualquier lugar.

—¡Hinata, hola!— La joven heredera Hyūga le caía fenomenal, podría decir que era como su mejor amiga.

—H-Hace mucho no te veía, ¿estabas en una misión?— La tímida chica fue aflojando su nerviosismo. Por alguna razon, se sentia muy tranquila al hablar con aquella castaña.

—Hah, si. Fue muy agotadora; es bastante suertudo el hecho de que solo me llamen a misiones largas. Son más agobiantes, pero son cada cierto tiempo.— Itachi había conseguido negociar un poco con el tema de las misiones Anbu. —En fin; mucho de mi, poco de ti. ¿Como te va estos días? ¿Mejoraste mas?— Señalo el banquito frente a ella.

—V-Voy mejorando...— Tomó asiento frente a la Uchiha. —Neji nii-san sigue siendo superior en poder, y carácter.— Admitió, de forma algo decepcionada. — El clan sigue diciendo que todo habría sido mejor si Neji nii-san nacía en la rama principal...— Un tono decaído de hizo presente. Aquel tema le afectaba de una forma u otra.

—¡Oe, Hinata! No digas eso, tu tienes muchas virtudes; y Neji muchos defectos.—Hablo, demostrando su apoyo. —Simplemente el Clan se ciega por la cantidad de poder. Ya ves, solo debes confiar mas en ti misma; y hacer de presencia.— Aunque la Uchiha era dos años mayor que Hinata, la pelinegra parecía mas madura. Solo le faltaba confianza.