Una llamada entrante ✓ [COMPLETA] [EDITANDO]

| Capítulo 1 |

Una vez tuve un amor y duró muy poco
Pronto descubrí que tenía un corazón de vidrio
Parecía que iba a ser algo verdadero
Pero sólo descubrí mucha desconfianza
Y el amor desapareció

—Blondie, "Heart of glass".

Nina, actualidad.

Llegué a casa casi a rastras, sentía un increíble dolor de cabeza, probablemente porque no dormía desde hace semanas mis ocho horas y porque ni siquiera me dignaba a comer de forma sana. Para colmo tendría que seguir sufriendo esto hasta el mes siguiente.

La carrera de enfermería se me había hecho eterno, llevaba cuanto ¿cuatro años? Ni siquiera llevaba la cuenta. Había caído en una rutina muy agotadora especialmente porque ahora tenía práctica: despertarme, ir al internado, llegar a casa y dormir. Era frustrante ver como todos los días eran iguales.

La casa estaba sola, ya ni siquiera me daba cuenta de a qué horas llegaba Thomas, mi novio, porque apenas podía con tanto estudio, trabajo y horas aleatorias para dormir. El por su parte también tenía mucho trabajo en su universidad.

Comencé a pelar una manzana y cuando quise tirar la cáscara me di cuenta de que el basurero estaba a tope. Apreté los puños furiosa, le había dicho esa misma mañana a Thomas que botara la basura, siempre me tocaba a mí, es más, estoy segura de que yo era la única que lo hacía siempre.

Hambrienta decidí pedir comida chatarra, tenía ganas de una gran hamburguesa y unas papas, se me hacía la boca agua de solo pensarlo. Inquieta me senté en el sofá a esperar mi pedido, estaba tan cansada que los ojos se comenzaron a cerrar solos, y justo cuando sentía que me quedaría dormida, escuché que se abría la puerta de manera brusca y ruidosa.

Últimamente todo lo que hacía Thomas me enfurecía.

—¡Hey! — dijo demasiado alto, yo todavía estaba un poco adormilada.

—Hey — dije de mala gana, pero él no lo notó.

Thomas traía consigo un montón de bolsas, probablemente pinturas o cosas para sus trabajos de arquitectura, tenía una habitación sólo para él en la casa en dónde se dedicaba a hacer sus maquetas, se pasaba horas allí y muchas veces lo pillaba durmiendo mientras tenía en sus manos una pistola de silicona.

—Pedí comida.

—¿Qué pediste?

—Pedí un par de cositas en el Mac-Donalds...

Ni siquiera parecía escucharme, comenzó a revisar su celular. Intenté conciliar el sueño, pero no podía porque ya había sido interrumpida, me paré y fui a la cocina. Mientras me intentaba servir un vaso de agua sentí las manos de Thomas detrás mío, comenzó a acariciar mi estómago haciendo círculos.

Estaba hambrienta, enojada y con mucho sueño. Alejé amablemente sus manos de mí y comencé a beber del vaso, pero Thomas volvió a poner sus manos sobre mí.