Volviendo a encontrarlos

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Ante la pregunta de Sparta me quedé muy pensativo, no sabía si responder con la verdad o quedarme callado, pero en eso vi como Musi salió de la habitación y se sentó al lado mío, me miró y sonrío, Sparta puso un rostro muy confundido al notar eso.

—¿Son pareja?— preguntó Sparta.

— No lo son — respondió Acenix mientras salía de su habitación.

—Regresa a tú habitación Acenix— dije mientras me levantaba para llevarlo a su habitación.

— ¿Tú eres su pareja?— preguntó Sparta mientras señalaba a Acenix.

Nos quedamos en silencio un corto tiempo.

— Soy su hijo— respondió Acenix, con un rubor por todo el rostro.

—¿Rius?— dijo Sparta mientras miraba el suelo.

— Te voy a contar todo para que comprendas mejor— hablo Musi.

— Si mejor, esto es muy confuso— dijo Sparta mientras me miraba.

Lleve a Acenix a su habitación, deje qué Musi le cuente todo mientras yo solo vigilaba a  mi hijo.

—¿Rius que soy yo para ti?— pregunto Acenix en voz baja.

No me había puesto a pensar en el significado que él le había causado a mi vida, como de repente había hecho que todo empiece a mejorar y querer ser más responsable solo por que estaba él, ahora es mi hijo y me da miedo perderlo, será esto el amor de un padre a su hijo, es un amor que no espera nada a cambio solo quiero que sea feliz y alejarlo de lo que podría causarle daño.

—Eres mi hijo Acenix, y te quiero mucho, vamos descansa hasta que llegue el doctor.

—¿Qué es aquel chico para ti?— volvió a preguntar.

— Era como un hijo para mí, fue hace mucho— respondí con mucha sinceridad, Acenix se quedó viendo a la nada por unos minutos.

Sparta había sido como un hijo para mí, con ayuda de Timba lo crié desde que era pequeño, ayudamos a Invictor a superar la muerte de sus padres y también la custodia de su hermano, fueron lindos años, antes de que Timba me engañara.

— ¿Por qué nunca hablaste de él?— pregunto mientras me veía a los ojos.

— La historia es muy larga que pues desde el principio trate de olvidar y dejar en el pasado mi vida en España— volví a responder, pero agache la mirada.

— Bueno, creo que entiendo, voy a descansar un momento— dijo cortante y cerrando los ojos.

Me levanté y salí a la sala, ví a Sparta llorando y a Musi intentando consolarlo. Me acerque a ellos y le dí un abrazo a Sparta.

— Lo siento— dijo Sparta entre sollozos— Rius debí buscarte, yo lo siento mucho.

Me sentí aliviado por alguna razón, pero quería saber que había pasado en estos años.

— No hay nada que perdonar— le dije mientras lo consolaba— tú no tienes la culpa de nada.

Ví como Musi sé levanto y se fue a la habitación con Acenix, sabía que tenía que arreglar todo pero me va a costar mucho tiempo.

—¿Cómo te fue estos años?— pregunté para saber un poco de como había cambiado.

—Me fue ni tan bien ni tan mal— dijo mirando al suelo.

— ¿Los chicos cómo se encuentran?— volví a preguntar, mi curiosidad me estaba jugando en contra, después de todo quería saber sobre ellos.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora