Hormonas, Una cita y Mi Asistente

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Entre al departamento, ví a Acenix llorando y Musi estaba enojado.

— Musi ¿Qué sucedió?— pregunté viendolo, Acenix miro hacia el suelo.

— Míralo por tí mismo— dijo Musi acercándose a mi y dándome una bolsa.

Al parecer la bolsa era de una clínica, en ella estaban los resultados de las pruebas que le hicieron a Acenix, empecé a revisar todas.

— Habla tú con él— dijo Musi dirigiéndose a su habitación— estoy tan enojado que no quiero verlo hasta mañana.

Musi se encerró en su habitación, yo solté todo, la conclusión de las pruebas decían que Acenix había estado consumiendo hormonas femeninas, y que había dejado de consumirlas, por eso fue que se desmayó, su cuerpo no pudo aguantar.

— Papá Rius lo siento mucho, por favor perdóname— dijo Acenix entre sollozos.

Respire profundamente y lo miré, el talvez tendría una explicación, me acerque a él y lo abracé.

— Cálmate Acenix, llorar no resuelve nada— ahora yo lo consolaba, talvez si debía ser fuerte, ahora no puedo permitirme llorar por qué ya no soy un niño— ahora, me dices que pasó.

Acenix se secó las lágrimas, y se acomodo para empezar a hablar.

— Yo quería tener una familia con Jon, íbamos a estar juntos y tener un hijo, pero cuando Jon me terminó deje de tomar las pastillas, estaba en un tratamiento para que mi cuerpo se adecué y pueda ser como una chica, sentí que así sería mejor, quería que él se sienta más feliz a mi lado y podamos comprar un óvulo o adoptar un hijo, para ser como una familia — Explicó, sus lágrimas salían de a poco — Ahora que lo pienso es una estupidez, a penas tengo 17, y Jon tiene toda su carrera por delante, me deje llevar por mis emociones.

Acenix lloraba, sus palabras me habían impresionado, talvez no sabía cómo ser padre pero estaba seguro que cualquier padre ya hubiera comenzado a gritar, pensé en como hablar con él, apenas es un adolecente, recordé que yo también lo fuí, y también pensé en tener hijos como él lo había hecho, quizá solo deba consolarlo y hablarle para que se calme.

— Lo importante es que estés bien Acenix, siempre que quieras hacer algo tienes que hablar conmigo y con Musi— Mis palabras salieron casi por si solas.

— Gracias, espero que Musi me entienda y perdone— Dijo secándose las lágrimas.

Lo mandé a dormir y me fui a mi habitación, me estaba alistando para dormir pero Musi entro sin avisar.

— Maldito Musi — dije tirando una almohada a su cara.

— Perdón, pero esto es urgente — dijo con una sonrisa.

— Creía que yo era el bipolar— dije rodando los ojos.

— Mmmm intenté llamar a Jon pero no contesta, creo que deberíamos cuidar más a Acenix— dijo cambiando a un modo serio y amargado.

— Bueno ¿Qué es eso "Urgente"? — dije haciendo unas comillas con mis dedos.

— Tienes una cita— dijo, y su rostro otra vez cambio, estaba sonriendo.

Le tire una almohada y comencé a reír.

— Por algo tan estúpido vienes a molestar, sabes que no he salido con nadie en 5 años— dije mientras recogía mis almohadas.

— Si, pero está vez es diferente, además ya es hora de acabar con que te llamen "Soltero Codiciado"— dijo para mostrarme una foto, reconocí a la persona de aquella foto, no lo podía creer, era un famoso cantante que admiraba.

— ¿Cuándo es la cita?— pregunté, era una oportunidad que no quise dejar ir, sabía que esa cita no iba a funcionar pero almenos podía ser su amigo.

— Genial, al parecer lo conoces — dijo con una sonrisa en el rostro, me reí por qué el quería algo diferente a mis planes.

— Bromeas, es uno de los cantantes que admiro mucho, antes coreaba sus canciones con mis amigos— dije y me tape la boca.

— ¿Antes eras muy feliz verdad?— preguntó y se puso serio.

— Fueron lindos años, solo queda el recuerdo— dije y me tire a mi cama.

— Uff la hora, mejor te dejo dormir, cierto mañana te tengo una sorpresa, espero te guste— dijo y se fue del cuarto.

Dormí plácidamente, y me desperté con tanta alegría, si Musi me tenía una sorpresa debía ser algo muy importante y sorprendente.

— Rius preparado— dijo viéndome.

Estábamos en la sala, Acenix aun no despertaba ya eran las 11 de la mañana.

— Ya dime cuál es la sorpresa— dije muy entusiasmado.

— Bueno, querida Jann entra — dijo sonriendo.

Entro una chica, era muy linda, altura normal, estaba bien vestida; se acercó a Musi con delicadez y de la nada le dió un golpe en el estómago.

— Mi nombre es Jannit, mucho gusto— dijo con una sonrisa, al parecer conocía a Musi.

— Ella es tu nueva asistente, te va acompañar a casi todos lados, va estar al pendiente de cada cosa que hagas y que tengas que hacer, y también va a ayudarte a tomar mejores decisiones— dijo, en su voz se notaba el dolor de aquel golpe.

— Pero por qué no le dices nada, te acaba de tirar un buen golpe— dijo Acenix desde la puerta, su voz se notaba entre sorprendida y enojada.

— Tu debes ser Acenix— dijo ella con una sonrisa— eres muy lindo, ya me imagino como se mueren por estar contigo.

Acenix se encerró en su cuarto, ella no sabía que él había terminado con el novio.

— Bueno Rius, ella es una querida amiga, hace años no la veía, y pues fuimos muy cercanos en la universidad y ahora necesitaba un trabajo — dijo sonriendo.

— Si es tú amiga, también es la mía— dije y me acerque a ella.

— Wow, ya veo por qué muchos quisieron salir contigo— dijo para abrazarme.

— Genial, ya se llevan bien, le puedes decir Jann, Jenn, Jinn, como tú desees— dijo Musi con una sonrisa burlona.

Jannit solo le dió otro golpe, al parecer era muy fuerte.

— Dime Jannit, mi querido amigo Musi solo juega— hablo con una sonrisa.

— Vamos a salir , hay que hacer muchas cosas, ve a prepararte, yo le digo a Acenix— dijo Musi.

— Cierto, tengo los horarios y la lista de todo lo que tenemos que hacer está semana, vamos a estar muy ocupados— dijo Jannit soltando un suspiro.

— No vas a poder ver a tu hermosa prima está semana, será una lastima no pasar a verla— dijo Musi, al parecer con ella hacía muchas bromas, parecía que eran amigos de toda la vida.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora